Estambul es la puerta al Oriente, donde distintas culturas se encuentran y fusionan para crear algo completamente único en el mundo.
Asentada entre dos grandes continentes, Europa y Asia, cuenta con una historia milenaria desde la antigüedad. Por esta razón, Turquía tiene un impresionante mosaico culinario con innumerables influencias de todos los rincones de su historia otomana y bizantina. Es de este seductor abanico de sabores y tradiciones que el chef Fatih Tutak se inspira para elaborar sus creativos y atrevidos platillos.
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El chef Fatih Tutak atribuye su elección de carrera al sentimiento de placer y alegría que la deliciosa cocina de su madre trajo a la mesa familiar. Después de una odisea culinaria por el sudeste de Asia, China y Japón, regresó a su tierra natal para recrear esa emoción que cautivo su corazón a temprana edad y plasmarla en los platos de su restaurante TURK FATIH TUTAK, ubicado en la bella Estambul.
Trabajó en Copenhague con Rene Redzepi de Noma, que ha sido elegido como uno de los mejores restaurantes del mundo por San Pellegrino-Acqua Panna; en Tokio con Seiji Yamamoto en Nihonryori Ryugin, tres estrellas Michelin, que es el representante más conocido de la cocina japonesa moderna, y en Singapur en la cocina de Marina Bay Sands.
Abrió TURK en diciembre del 2019, tan solo tres años después, en el 2022, el restaurante ha sido galardonado con 2 estrellas en la edición inaugural de la Guía MICHELIN de Estambul –el único con dos estrellas en el país entero. Este enorme reconocimiento atestigua la excelencia que se vive cada noche en este paraíso culinario, donde tuve el enorme placer de disfrutar una velada de hedonismo puro.
Comenzó la noche con un jugo de pepinillos con ciruelas encurtidas, preparando el paladar para el viaje sensorial. El primer platillo fue el tradicional ‘pide’ turco, un largo pan al horno de leña con mantequilla y miel cosechada a 2000 metros de altura, presentada dentro de un hueso con una típica carne jugosa.
Después, disfruté de un dolma de mejillones con arroz y un platillo elaborado con huevo, pimiento rojo y yogurt ahumado. Continuamos la velada con un delicado pescado mackerel, relleno de berenjena, ebru y caviar oscietra.
El siguiente platillo se llama ‘Umami birthday cake’ y consiste de una preparación molecular de hongos matsutake, cuya vela comestible concedió todos mis deseos. El menú de degustación prosiguió con unos exquisitos chipirones del mar Aegeo, servidos con jugosos puntos de arroz, ajo y tinta de calamar.
Para terminar la noche, el último plato de la cena fue un delicado cordero elaborado con okra, kofte y yogurt de leche de búfala – singularmente turco e internacional a la vez. El postre me esperaba en la increíble cocina abierta del restaurante, donde después de un pequeño tour degusté una yufka de pistache y helado de mantequilla.
Trabajando en estrecha colaboración con agricultores, pescadores y comerciantes de especias, Fatih comenzó a tejer una historia a través de la comida. “Un plato debe tocar el corazón”, explica, “así que tenía que respetar eso y dejar en paz lo que todos comían desde la infancia. Eso significó comenzar desde cero: enfocarse en los ingredientes mismos usando las técnicas que tenemos ahora mientras hacemos referencia a las antiguas y creamos algo único” – una odisea culinaria en el corazón de la bella ciudad milenaria, Estambul.
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