Por Sofía Álvarez Rodríguez
¿Te has preguntado alguna vez si los insectos podrían ser la clave para una alimentación más sostenible y nutritiva? Lo sé, la primera vez que lo escuché también hice caras, pero una vez que me puse a investigar, y el momento en que los probé, cambió completamente mi visión respecto al tema.
La primera vez que probé un insecto, tenía 10 años, nos fuimos a un viaje a Huatulco con mi familia y en uno de los recorridos nos ofrecieron probar los famosos chapulines y debo de confesar que en ese momento no me gustaron para nada, pero claro, era solo una niña y de solo pensar que probaría un insecto inconscientemente lo rechacé en mi mente.
Fue en 2021 cuando después de la escuela, unos amigos y yo salimos a pasear y en un puestito nos compramos una bolsa de chapulines con limón, sal y salsa. Desde ese momento cambió todo, y sorpresivamente ahora es una de mis botanas favoritas.
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También están las hormigas chicatanas, pero honestamente esas si no son mis favoritas ya que tienen un sabor más fuerte. Pero los que sin duda siempre que tenga la oportunidad pediré, son los escamoles. Si nunca los han probado, mi recomendación es un taco de escamoles a la mantequilla con epazote, wow, es un deleite al paladar.
Existe una gran variedad de insectos comestibles que podemos integrar a nuestra dieta, e incluso sustituir algunos de nuestros alimentos gracias a que son una fuente abundante de proteínas, grasas saludables y otros nutrientes esenciales, al tiempo que requieren menos recursos hídricos y terrestres en comparación con la ganadería tradicional, los insectos a medida que la conciencia sobre la sostenibilidad alimentaria crece, es probable que encuentren un lugar más prominente en nuestras mesas.
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Es importante destacar que la entomofagia varía según las culturas y las regiones, y la aceptación de insectos como alimentos puede depender de factores culturales, tradiciones y disponibilidad local
Más que una moda pasajera, podría ser una respuesta innovadora y práctica para garantizar la seguridad alimentaria y reducir la presión sobre nuestros recursos naturales. ¿Estamos listos para darle la bienvenida a los insectos en nuestros platos? La respuesta podría estar en el futuro de la alimentación sostenible.
