Una de las propuestas más modernas e innovadoras del Grupo González Byass sin duda lo representa la bodega Finca Moncloa, que provee al mundo vinícola de extraordinarios vinos de la Tierra de Cádiz.
La bodega se encuentra en Arcos de la Frontera, un pueblo de la Sierra de Cádiz, y entrada de la ruta de los “pueblos blancos”, una de las expediciones turísticas más atractivas de Andalucía.
En este región, y particularmente en Arcos de la Frontera, la tradición de elaborar vinos tintos se remonta a los siglos XIV, XV y XVI, sin embargo, poco a poco esa práctica fue desapareciendo, hasta que González Byass apostó por la recuperación de esta antigua tradición, de la que ahora es relevante exponente de los vinos premium de la Tierra de Cádiz.
Jaime Carbajal, director del proyecto de Finca Moncloa, visitó México hace unas semanas y compartió la historia y los logros de esta bodega.
Los orígenes se remontan a hace ya varios años, cuando un miembro de la familia González —Alfredo García, primo hermano de Mauricio González— propuso hacer vinos tintos de calidad cerca de Jerez; más tarde le pidió a una tía permiso para plantar uvas tintas en su viñedo; plantó syrah y un poco de cabernet sauvignon. En 1999 llamaron a un reconocido master of wine a una cata de los vinos de la bodega Beronia y entre ellos se incluyó éste de Cádiz; su comentario fue contundente: “es un syrah que viene de una zona cálida pero no sé de dónde es, lo que sí diría es que es una maravilla; yo le daría la máxima puntuación”. A partir de ahí, se decidió emprender la construcción de Finca Moncloa. Se plantaron siete variedades: cabernet sauvignon, syrah, cabernet franc, petit verdot, merlot, tempranillo y tintilla de Rota —autóctona—. En 2003 se obtuvo el primer vino, pero fue hasta 2004 que se comenzó a comercializar.
La propuesta, sostiene Jaime Carbajal, fue siempre hacer un vino premium; “nosotros hemos decidido no ir a mucha cantidad, cada botella de Finca Moncloa está numerada, con una buena presentación que refleje la calidad del producto. En un principio, en los ensamblajes predominaba el cabernet sauvignon, sin embargo, los más recientes coupages tienen más syrah. Además, se ha recuperado una varietal que estaba casi perdida que es de ahí: tintilla de Rota, muy parecida a la graciano”.
Todos los vinos de Finca Moncloa son producto de cuatro selecciones. Primero se seleccionan las mejores parcelas de la viña, a las que se les hacen todas las labores culturales, y se vendimia a mano. La segunda selección se realiza cuando los racimos llegan a la planta de vinificación, pues toda la uva que se utiliza en Finca Moncloa está seleccionada. La tercera selección se lleva a cabo en noviembre; con las siete varietales, se vinifica y se cata cada varietal, así se decide cuáles se destinarán a crianza en barrica —sólo se emplea barrica nueva y de segundo año—. La cuarta selección es, después de un año, todo el vino que ha estado en barrica ese tiempo se cata por varietal para ver con cuál se hace el coupage.
El resultado es la confección de vinos de extraordinaria calidad que, como remató Jaime Carbajal, su único problema es probarlos por primera vez, ya que después de eso, uno queda prendado de este producto de la Tierra de Cádiz.
