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El misterio de los cenotes Mayas, descubriendo Chukum-Ha 

Isis Malherbe
Isis Malherbe
Mercadóloga y periodista de estilo de vida, gastronomía, sociales y moda. Uno de mis grandes sueños es recorrer toda Europa con mi mochila al hombro, entrevistando a nuevos talentos de distintos ámbitos.

Los cenotes mayas de la península de Yucatán son un misterio tanto en su número como en su historia. México no posee un registro oficial de cuántos de estos cuerpos de agua existen, pero es común que los guías turísticos mencionan la existencia de aproximadamente 8,000 cenotes descubiertos. Esta cifra, sin embargo, solo rastrea la superficie de lo que podría estar escondido en las profundidades de la selva yucateca. Los cenotes son fenómenos naturales fascinantes, formados por el colapso del lecho de roca caliza que descubre piscinas de agua subterránea 

Una particularidad de los cenotes es su ubicación, algunos se encuentran dentro de casas o fincas privadas que pertenecen a familias mayas. Seguramente algunos propietarios disfrutan de la tranquilidad de un cenote privado, únicamente para ellos y su familia. Estas cavidades llenas de agua; son testimonios vivientes de la rica herencia maya y un recordatorio de la interacción armoniosa que puede existir entre el ser humano y su entorno natural. En la actualidad, aunque muchos cenotes se han adaptado para el disfrute turístico, cada uno sigue manteniendo su singularidad y encanto, ofreciendo a los visitantes la puerta a un mundo subterráneo de belleza y misterio. 

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Los cenotes son considerados templos sagrados  

Estos enigmáticos lugares eran considerados templos sagrados, escenarios de rituales y ceremonias de profundo significado espiritual y cultural. Aquí, los mayas se conectaban con el mundo espiritual, realizando rituales y, en ocasiones, sacrificios, especialmente en tiempos de sequía donde el agua de lluvia era crucial para sus cultivos. 

Cada cenote es un recordatorio vivo de las antiguas tradiciones y creencias mayas, no solo son una experiencia estética y recreativa, sino también una oportunidad de reflexión sobre las interconexiones entre la naturaleza, la historia y la espiritualidad. Estos “pozos sagrados” siguen siendo un testimonio de la relación armónica y respetuosa que los mayas mantenían con su entorno natural. 

Chukum-Ha, es un cenote que se encuentra dentro de la Hacienda Chukum, cerca de la ciudad colonial de Valladolid y en las proximidades de Cancún y Playa del Carmen, es una maravilla natural de la región. Su nombre hace honor a un tipo de árboles presentes en el área, refleja la estrecha relación entre la naturaleza y la cultura en estos parajes. Su altura es de 40 metros y está en una caverna, se considera uno de los más profundos de la zona. Según Ricardo Díaz, director de proyectos de Aventuras Mayas, Chukum-Ha, este cenote cavernoso, tiene tres aberturas naturales en su techo, lo que permite que los rayos del sol penetren e iluminen sus aguas turquesas, creando un espectáculo visual impresionante. 

Chukum-Ha, cuenta con tirolesas, tres plataformas de buceo de diferentes alturas, un columpio de cuerda y una experiencia única de rápel a través de la apertura de la caverna.  

Conscientes de la importancia de preservar estos tesoros naturales, los dueños promueven prácticas sostenibles. Para proteger el ecosistema acuático, se requiere que los visitantes usen crema solar biodegradable y se duchen antes de entrar al cenote, para evitar la contaminación con productos no biodegradables. La geografía de la Riviera Maya está compuesta por ríos subterráneos que alimentan a los cenotes como Chukum-Ha, asegurando un flujo constante de agua que ayuda a mantener su pureza y belleza natural. 

Sacridad en honor a los mayas  

Cada vez que se abre al público un cenote, primero se debe realizar una ceremonia especial de bendición dirigida por un chamán maya. Ya que, para los locales, los cenotes son considerados como lugares mágicos y portales al inframundo. 

El ritual llevado a cabo por el chamán es una mezcla de elementos mayas y cristianos. Durante la ceremonia, se pide permiso en lengua maya para llevar a cabo actividades dentro del cenote y en la propiedad. Se ofrece una ofrenda de comida y copal como un gesto de respeto y petición de buena voluntad a los aluxes, seres míticos del folklore maya, conocidos por su naturaleza traviesa. Estas ceremonias reflejan la profundidad y el respeto que los mayas tienen por sus tradiciones y creencias, y subrayan la importancia de conservar estas prácticas ancestrales en el contexto moderno. Esto demuestra un compromiso con la preservación del patrimonio cultural maya, asegurando que las nuevas generaciones puedan comprender y apreciar la rica historia espiritual. La hacienda cuenta con un restaurante donde se oferta un buffet con platillos típicos de la región y una barra con variedad de bebidas para todos los gustos. 

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¿Dónde?

Chiople S N 0.0 chiople yaxche, 97206 Tikuch, Yuc. 

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