Por Heli Galván
Este mes es un buen momento para poder reflexionar, no sólo sobre la equidad de género y la justicia, si no también sobre la exposición de la importancia de las mujeres en la sociedad. Que no se reduce a pequeños papeles protagonistas, sino a toda la impresionante cantidad de cualidades, que nos acompañan y nos hacen importantes por el simple hecho de nacer.
Un buen ejemplo son las Aldeas Mayas del estado de Yucatán, dónde las mujeres se desenvuelven más allá de las labores domésticas, siendo pilares fundamentales en la preservación social, económica y tejido social, del tesoro cultural que son dichos lugares.
Las centinelas de sus tradiciones
Las mujeres son las guardianas y encargadas de transmitir las tradiciones, conocimientos y todo lo relacionado con la identidad milenaria del pueblo maya. Desde enseñar la lengua maya, la elaboración de las diferentes artesanías, prendas, además de su amplio conocimiento en la preparación de los alimentos tradicionales.
Las mujeres se encargan de compartir todos estos conocimientos y prácticas, no dejando que se pierdan con el paso del tiempo. Y lo hacen con tanto amor, que gracias a ellas podemos seguir aprendiendo de esta rica cultura.
Pero es que no solo son las portavoces de las tradiciones, si no que ellas son un pilar fundamental en la economía local. Encargándose de actividades como la agricultura, artesanía y el turismo comunitario. Siendo ellas uno de los principales motores económicos en el estado.
El corazón de las comunidades
Y quizás deberíamos implementar algunas de las costumbres de las Aldeas Mayas, ya que las mujeres son líderes y cuidadoras de sus comunidades. Toman decisiones importantes, promueven la equidad de género y aportan una perspectiva diferente sobre los problemas que se pueden llegar a presentar.
Ellas siempre tienen en cuenta su papel en el cuidado de sus familias y comunidades, se aseguran del bienestar de todos.
Y es que con todo lo anterior nos podemos dar cuenta de su fuerza, resiliencia y dedicación para con su familia, su comunidad, su identidad y con ellas mismas. Siguiendo adelante a pesar de las dificultades que se pueden llegar a presentar.
Son un ejemplo inspirador del empoderamiento feminino que cada día está tomando el mundo, lento pero seguro, con pequeños cambios. Estás mujeres son un parteaguas para el progreso y transformación en nuestra sociedad.
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