Algunas de la más auténticas y deliciosas comidas en México, se preparan en los puestos y se encuentran en las calles. La carne a la parrilla, las salsas caseras y las tortillas hechas a mano son legendarias. Y ahora, en Viceroy Zihuatanejo no se tiene que salir para encontrar la comida de la calle. El elegante y chic resort en el Pacífico trae la comida tradicional callejera a sus huéspedes todos los viernes por la tarde.
En el menú de “Antojitos mexicanos de la calle”, que se sirve de 7-10 p.m. en el restaurante La Villa ubicado junto a la playa, se encuentran algunos de los alimentos más populares normalmente preparados por vendedores ambulantes. El tradicional esquite de elote que es en esencia maíz mexicano en mazorca enmantequillado (excepto cuando los granos se cortan de la mazorca). El guacamole se prepara fresco en la mesa y uno de los antojitos favoritos de la calle son las rodajas de frutas o verduras sazonadas con limón o jugo de limón y chile, cebolla u otros condimentos – y el menú del Viceroy Zihuatanejo cuenta con todos ellos, desde el pepino, el rábano y nopal, hasta la jicama y piña.
El bar de tacos, o Taquiza, te lleva por las calles de las diferentes regiones de México. Las tortillas de maíz blanco y azul hechas a mano son apiladas para prepararalas al pastor en el «Trompo» (carne de cerdo adobada cocinada en un asador), carne asada, carne de barbacoa, pescado zarandeado, camarón Baja California, carnitas de cerdo estilo Michoacán o carnitas de atún estilo Zihua. Los tacos son acompañados con brochetas a la parrilla de cebollitas, piña y nopal.
Agregue sus salsas y condimentos favoritos, desde la más ligera hasta la muy picante, como la salsa pico de gallo, tomatillo, molcajete o cebolla marinada con habanero y jalapeño en escabeche.
Los postres, servidos al estilo familiar, son dulces tradicionales que se venden en las plazas de todo el país, incluyendo churros, buñuelos, arroz con leche, plátano frito y piña y helado de coco.
Los huéspedes pueden degustar de tres maneras: en el interior, al aire libre en el patio de La Villa, o en la arena a pocos pasos del agua. Un arpista toca famosas melodías mexicanas – la música se puede escuchar al caminar por una calle mexicana. El menú de “todo lo que pueda comer de antojitos mexicanos de la calle” es de $40 para adultos y, como con todos los alimentos en el resort, a mitad de precio, o $20, para niños menores de 12 años.
