Recientemente visitamos Lo de Julio, un pequeño restaurante de ambiente casual que nos invita a disfrutar de platos sencillos de sazón inigualable. En esta ocasión te contaremos sobre algunos de los platillos que probamos para la comida, esperando que logremos contagiarte de ánimo hasta antojarte y que no quedes con más alternativa que visitarlos para comprobarlo por tu propia cuenta.
Este espacio se encuentra a tan solo unos pasos de Paseo de la Reforma y muy cercano a otro concepto gastronómico que nos encanta, Sonia. De hecho la historia cuenta que Sonia y Julio eran esposos, recordemos que ella era la abuela de uno de los socios, quien durante el Holocausto salió de Polonia se exilió en Uruguay.
Aún cuando estos dos espacios pertenecen al mismo grupo, se trata de conceptos diferentes y en este caso, Lo de Julio denota un aire un tanto más informal, tal como era la personalidad del abuelo. La comida que se ofrece integra inspiración uruguaya y argentina, con opciones de vinos accesibles pero poco comunes, de casas pequeñas para que el público pueda disfrutar de sabores diferentes y nuevos.
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Cuenta con menú a la carta así como un menú ejecutivo que consta de entrada, plato fuerte y postre a un precio de 250 pesos. Su cheque promedio de hecho, no va más allá de los 400 pesos.
Se trata de un rinconcito de la ciudad multifacético: nos podemos deleitar con un café y un pan recién hecho (no te puedes perder el de dulce de leche), desayunar unos huevos, unos chilaquiles o un sándwich o también, quedarte a disfrutar su cocina de barrio. Solo hay que dejarse consentir por este nuevo integrante de la familia y que también dirige el chef Edgar Delgado, quien ha hecho posible otros conceptos deliciosos como Sonia y Parrilla Paraíso. Todos estos sitios creados con mucho cariño y dedicación.
Lo de Julio, es un espacio que nos permite pedir algunos platos al centro, botanear y compartir desde algunas aceitunas marinadas, salami con encurtidos o unas pescadillas de cazón, hasta deleitarte con platos más en forma. En nuestro caso comenzamos con una chistorra a la sidra, unos arancini de calabaza con alioli y parmesano, así como una ensalada de betabeles con crema de limón eureka, cacahuates garrapiñados, naranjas, lechuga y queso feta. Entradas variadas para experimentar con sabores diferentes, y podemos decir que todo estaba equilibrado a la perfección.
Para el fuerte nos fuimos por el pollito rostizado con sal de romero, puré de papas y ensalada de coles de bruselas y, aunque para muchos pedir pollo es algo muy común, este no es cualquier pollo, es un pollito de leche que está cocido al punto, resultando en un producto jugoso y simplemente inolvidable. También ofrecen otros fuertes como fish & chips, choripan con chimichurri, porchetta rostizada con salsa de cítricos y puré de camote; sorrentinos de espinaca, pollo y tocino con salsa de parmesano o pomodoro; o la salchicha rostizada con ensalada de papa cascada y alioli rostizada, entre otros.
La carta de postres es reducida pero suficiente. Prueba su panna cotta de cardamomo con frutos rojos y ajonjolí o bien, el panqueque caramelizado de dulce de leche uruguayo y piña quemada.
Además en la planta superior podrás encontrar Lo de arriba, disponible los fines de semana, un espacio exclusivo y relajado. O bien si lo que buscas es hacer un evento evento con comida diseñada a tu medida, una amplia barra de bebidas y un servicio amable y personalizado, este rooftop se presta para ello.
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Estamos de que Lo de Julio se convertirá en uno de tus consentidos por su ambiente, sus grandes sabores y su menú que transmite una vibra de haber sido creado con suma dedicación y cariño. Conoce más sobre ellos aquí:
¿Dónde?
Oxford 35, Juárez, Cuauhtémoc, 06600 Ciudad de México, CDMX