¡Un nuevo concepto llega a las calles de Polanco, en donde la música barroca es la musa que inspira la creación de deliciosos bombones de chocolate!
El chocolatero y músico, Emilio Mejía es el encargado de dar vida a los chocolates de Di Cioccolato que invitan a probarlos gracias a sus vividos colores. El objetivo es generar emociones a través de los sabores y complementarlos con lo que nos puede despertar la música. Esta mancuerna, música y comida, es perfecta cuando logra encender nuestros recuerdos más íntimos, revivir un momento o simplemente que embone con el estado de ánimo que tenemos en ese instante.
Músico de profesión y chocolatero por pasión, Mejía deleitó mi paladar con los bombones de albahaca con limón en donde la acidez y frescura se entrelaza con el chocolate amargo, que he de contarles es 100% mexicano. Continué con el de guayaba que dejaba sentir las pequeñas semillas de la fruta; el de café, también fue aplaudible, ya que el tostado y el intenso sabor de este grano se complementaba con el del chocolate; pero mi favorito, fue el de gianduja de avellana, en cada mordida se sentía la cremosidad del relleno y el intenso sabor de la avellana. Cada uno se acompañó con el sonido que salía de la flauta de Emilio. Fue así como Bach y Mozart estuvieron presentes en una velada en llena de notas musicales, sabor y mucho chocolate.
¿En dónde?
Newton 268. Col. Polanco