Podemos referirnos a la repostería como la habilidad de hacer comestible al arte, pues cada postre se crea con una armónica combinación de texturas, colores y sabores, que lo convierten en una delicada tentación. Entre chocolates, macarons, helados, cremas, galletas y pasteles, los postres son la dulce recompensa hacia nosotros mismos, ya sea que se integren al final de la comida, que se regalen como sorpresa o que simplemente se disfruten en un momento de relajación.
Parte de lo que hace a un postre delicioso es su presentación coqueta y divertida, sin caer en cursilerías ni en seriedad. Un lindo ejemplo de un postre delicioso y memorable es la crème brûlée, cuyo contraste entre la textura flameada de su corteza y su interior suave y cremoso, la han convertido en uno de los más representativos de la cocina francesa y de los predilectos para cerrar una comida con broche de oro.
El mejor lugar para disfrutarla, es el espacio refinado de Au Pied de Cochon dentro del hotel Presidente InterContinental Polanco, decorado con maderas, ribetes de flores en los muros y rosados cerditos como centros de mesa. El sabor original de la crème brûlée es el de vainilla pero en este restaurante preparan también de chocolate y una irresistible de Grand Marnier.
El mundo de los postres no estaría completo sin Jaso Bakery, donde los helados y pasteles artesanales reciben a los visitantes con su coquetería. Auténtica vainilla de Papantla, chocolate oaxaqueño y café orgánico de Chiapas, son parte del secreto de sus dulces tentaciones, preparados con toques franceses y vieneses, donde cada uno compite con otro para ganar el afecto del visitante. Pero entre los grandes favoritos están los macarons, coloridos y crujientes dulces en forma de semicírculo, hechos de polvo de almendra, azúcar y rellenos de chocolate, frutas o rosas. Para acompañarlos nada mejor que una copa de champaña Moët Rosé Impérial, de sabor frutal y su color rosa brillante. Su color lo adquiere de los frutos rojos y un toque de pimienta, que contrastan con el dulce de los macarrones.
La champagne es lo primero que se hace presente al momento de planear un momento romántico, pero cuando brindar con sus burbujas no basta para hacer un momento especial, Thierry Blouet las transforma en una dulce tentación. En su Café des Artistes Los Cabos, el galardonado chef crea su reinterpretación de la cocina mexicana con influencia francesa, logrando deleitar los sentidos en un exclusivo y elegante ambiente con vista al mar de Cortés. Uno de sus postres estrella son las fresas fantásticas, un atinado nombre para esta creación preparada con fresas orgánicas, helado de pistaches, consomé de fresas, y como toque especial, sabayón al champagne. El sabayón es una crema hecha con yema de huevo, azúcar, y en el caso fantástico de este postre de fresas, incluye toda la efervescencia y el aroma del champagne.
Uno de los ingredientes que está presente en mucho del sabor español es la almendra, y uno de los postres más ricos y representativos es la tarta de Santiago, en especial cuando se come en La cuchara de San Sebastián, dentro del hotel Marquis Reforma Hotel & Spa. El restaurante fusiona la cocina mexicana con lo más representativo de la cocina española, dentro de un ambiente casual o en su terraza al aire libre. Para disfrutar la tarta de una forma atrevida y diferente, Veuve Clicquot Rosé con la delicadeza de la uva chardonnay y la caricia de la uva pinot meunier, convierte al momento en una dulce y explosiva experiencia.
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