Crema de frijolón, restaurante Chapulín
Crema de frijolón, restaurante Chapulín

Cada 16 de noviembre recordamos la riqueza de la gastronomía mexicana, un patrimonio con el que se fomenta y preserva la cultura nacional, reconocida como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. Los sabores tan famosos y representativos de nuestra cocina como son el mole, los tamales, y los deliciosos chiles en nogada. El secreto de cada platillo inicia desde que se cultiva cada uno de los ingredientes, que se transforman en una gran diversidad de recetas, y para celebrar el Día nacional de la gastronomía,  hay restaurantes en la ciudad de México que conmemoran con sus menús nuestro rico patrimonio.

En el restaurante Chapulín del hotel Presidente Intercontinental se vive un homenaje a la diversidad y riqueza gastronómica, desde su preciosa decoración hasta sus platillos. El ambiente rememora la grandeza cultural con detalles dorados que recuerdan a la época colonial fusionados con el barro negro de Oaxaca, camisas charras, huipiles, jaulas colgantes y bellos muebles. En la parte de su cocina, también hay una fusión de conceptos prehispánicos con modernas interpretaciones. Así es como podemos probar la crema de frijolón, preparada con frijolón molido con hierba de conejo, quesillo, aguacate y polvo de tortilla, o la sopa fría de aguacate, preparada con aguacate, tomate, cilantro, sandía y queso maduro.

Para compartir, El Chapulín ofrece varias delicias como las tostadas de escamoles salteados con ajo, cebolla, epazote, aguacate y flor de calabaza; flores de calabaza rellenas de requesón con miel, salsa de calabaza y pepitas; sopes de maíz con ciervo rojo salteado con asiento de quesillo y salsa; y esferas de plátano rellenas de chicharrón prensado, salsa de frijol y crujiente queso maduro.

Restaurante Los Canarios
Restaurante Los Canarios

Otro lugar para disfrutar la gastronomía mexicana es en Los Canarios, uno de los hermosos restaurantes del hotel Marquis Reforma. Sus decorados clásicos y paredes de cristal recuerdan al siglo XIX, y plantas trepadoras y flores se unen al ambiente alegre y lleno de vida gracias al canto de los canarios que le dan nombre.

Su menú es un homenaje permanente a los sabores mexicanos, con una gran variedad de opciones para todos los gustos. El día se empieza con unos frescos nopales rellenos de queso panela y bañados en salsa verde, acompañados con rodajas de jitomate; con chilaquiles verdes o rojos acompañados de pollo, arrachera o cecina; con ricos huaraches verdes o rojos preparados con masa de elote azul; o con un sabroso corte de cecina de res de Yecapixtla, servida con nopales asados y frijoles de la olla. Mientras el día avanza, hay grandes clásicos como las albóndigas al chipotle, tacos de pescado al pastor, sopa de tortilla, enchiladas de pollo, camarones a la veracruzana, y sopa seca de fideos con chicharrón, queso panela y aguacate.

Visitar la Hacienda de los Morales es un viaje por el tiempo, desde la fundación de la ciudad hasta su adaptación como un  lujoso restaurante. En la Hacienda se conserva la elegancia de antaño, con una arquitectura impresionante y jardines verdes impresionantes en los que aún se reflejaban el buen gusto y prosperidad de la sociedad. El Comedor Principal es el corazón del restaurante, que además de evocar la época colonial con su ambiente lo hace con sus platillos en los que se detecta el sabor de la historia a través de sus delicias culinarias, que le han hecho ganar reconocimientos nacionales e internacionales.

Como un homenaje a la tradicional comida mexicana, en la hacienda se realizan eventos a lo largo del año, como el de La Sazón de Oaxaca, en el que se presentan platillos típicos oaxaqueños como molotes de plátano, moles con arroz y chepiles, además de cata de mezcal, que a través de su aroma, sabor y color en cada sorbo es el gran embajador del folclor oaxaqueño. En el festival de la langosta al estilo de Puerto Nuevo, en Baja California, se presentan platillos como las chimichangas de marlín, caracol a la vinagreta, crema de langosta, molcajete de mariscos, camarones Puerto Nuevo rellenos de queso y langosta envueltos en tocino, y langosta estilo Puerto Nuevo con tortillas de harina, frijoles bayos, arroz royo y salsa de árbol.

Flor de calabaza rellena, Hacienda de los Morales
Flor de calabaza rellena, Hacienda de los Morales

Con una riqueza tan grande, variada y distintiva, ha llevado a la milenaria gastronomía mexicana a ser un patrimonio que pasa de boca en boca, ubicando al país como un destino orgulloso de sus tradiciones y de sus sabores.

Fotografías cortesía Deby Beard

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