Dicen que un buen mezcal lo cura todo, y hoy quiero contarles acerca de un mezcal que conocí recientemente y que de verdad, puede resolverlo todo, con ustedes: Mezcal Local. Esta bebida llega con una textura y notas que podrán sorprenderte como manzana, durazno, plátano y naranja.
Pero, ¿cómo crean Mezcal Local? Como sabemos, el cultivo del agave tarda años para lograr el punto de madurez específico (alrededor de diez años) y en este caso se utiliza el espadín; por supuesto, el clima y la tierra son factores de suma importancia (cultivos ubicados en Mitla, Oaxaca), pero con Mezcal Local la parte especial inicia en la cocción, allí, bajo tierra, se colocan piedras de río y maderas seleccionadas junto con el corazón del agave, después se cubre el horno subterráneo dejando todo lo anterior por 72 horas en las que se alcanzan temperaturas superiores a 800º C. Después, se corta el agave y se lleva al molino egipcio en donde se extrae la pulpa y la fibra; se traslada a las barricas para su fermentación y posteriormente a alambiques de cobre para su doble destilación en donde se le agrega una mezcla especial de frutas. De ahí, pasa a embotellado, etiquetado, y… listo, a disfrutarlo.
El mixólogo Chekez Chico fue quien nos hizo saborear de dos formas distintas este maravilloso mezcal. Primero con “Local Collin”, elaborado con jarabe de limón, infusión de manzanilla, jarabe natural y un toque de agua tónica hacen de este el coctel perfecto para una noche especial ya que es muy suave y resalta el agave espadín; el otro coctel llamado “Chekez Especial” era más fuerte que el anterior pero igual de exquisito; en él se podía percibir todos los sabores de Mezcal Local en cada sorbo. ¿Sus componentes? Jarabe de lemongrass, jengibre, jugo de limón y licor de chile poblano.
Mezcal Local, con su doble destilación y combinación de frutas, posee un sabor único que se puede disfrutar solo o en coctelería que será perfecto para toda ocasión.
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Texto y fotografías: Daniela Contreras