La revolución de la cocina inglesa ha pasado por los fogones de Heston Blumenthal, nacido en Londres en 1996. Su amor por la cocina inició a los 15 años cuando viajó con su familia por Francia. De regreso a Inglaterra buscó empleo en el restaurante Le Manoir Aux Quat Saisons. Sólo una semana trabajó ahí y fue el único acercamiento que tuvo en una cocina profesional antes de abrir su propio establecimiento. A partir de ahí, se dedicó a devorar libros de cocina, particularmente francesa, pero la lectura de La cocina y los alimentos de Harold McGee fue la que marcó su estilo culinario al plantearse la ayuda de la ciencia para explicar y elaborar sus creaciones. Motivado por esta vertiente, entra en contacto con científicos de las universidades de Bristol y Oxford. En julio de 2006 recibió un grado honorario de Doctor en Ciencias por la Universidad de Reading, por su dedicada investigación y compromiso con la exploración de la ciencia culinaria.
En 1995 abrió The Fat Duck, que en un inicio ofrecía especialidades francesas, pero su interés por la ciencia le permitió evolucionar su cocina, de ahí en adelante se ha dedicado a explorar el lado sensorial del comer, considerando el sonido o la estimulación de los recuerdos para apelar a la memoria del comensal, por ello ha afirmado: “por supuesto que quiero crear comida que sea deliciosa, pero eso depende de mucho más de lo que está pasando en la boca; la historia, la nostalgia, le emoción, la memoria y la interacción de la vista, olfato, oído y gusto juegan una parte importante en nuestro disfrute y apreciación de los alimentos”. En 2006 definió los principios que lo han guiado frente a los fogones, de esa declaración sobresale:
Hoy en día y en el futuro, un compromiso con la excelencia requiere la apertura a todos los recursos que pueden ayudarnos a dar placer y sentido a la gente por medio de los alimentos.
La tradición es la base que todos los cocineros que aspiran a la excelencia deben conocer y dominar. Respetamos nuestra rica historia y al mismo tiempo intentamos jugar un pequeño papel en la historia del mañana.
No perseguimos la novedad por sí misma. Podemos utilizar muchos medios no tradicionales, pero éstos no definen nuestra cocina.
Entre los logros obtenidos, destacan:
En 2005 fue considerado el mejor restaurante del mundo por la revista inglesa Restaurant. The Fat Duck ha sido galardonado con tres estrellas Michelin. Es autor de los libros Family Food, In Search of Perfection y The Big Fat Duck
Fotografía Clive Booth. Cortesía The Fat Duck