Prolongar la vida de los alimentos hoy es una realidad gracias a la tecnología que tenemos disponible desde casa, así como la utilizada en la producción de alimentos y bebidas a gran escala, pero ¿te imaginas cómo lo hacían siglos atrás? Sobre todo porque las civilizaciones fueron creciendo y la demanda de alimentos cada vez fue mayor, es por ello que hasta nuestros días, el concepto de seguridad alimentaria cobra relevancia al garantizar que los alimentos sean seguros y disponibles para todos.
Desde la deshidratación hasta el envasado aséptico, Tetra Pak® nos comparte algunas de las técnicas más importantes en la historia de la conservación de los alimentos, un tema que hoy es de gran relevancia para garantizar la alimentación de las familias.
Deshidratación. Este es uno de los tips de conservación más antiguos, usado incluso por diferentes culturas desde la prehistoria. A través de la evaporación de la humedad, la deshidratación reduce el crecimiento de microorganismos que nos hacen daño en los alimentos, lo que ha permitido secar carne, pescado, leche, arroz, huevo, entre otros alimentos.
Sal. Este es otro de los métodos más antiguos y populares para conservar los alimentos por un largo tiempo. El aumento de sal en la comida garantiza la ausencia de contaminantes y además da un sabor único y muy marcado a todo lo que se le pone: vegetales, frutas, embutidos y nueces.
Fermentación. Una técnica que se contradice a la lógica, ya que la fermentación es un proceso que permite que los alimentos se “echen a perder” pero en condiciones controladas, puede aplicarse para carnes, productos lácteos, granos, legumbres, vegetales y frutas. Las bebidas y alimentos fermentadas pueden representar hasta 40% de la dieta total de una persona, y puede incluir yogurt, queso, chocolate, pan y café, por mencionar sólo los alimentos más populares.
Envases asépticos. El envasado de alimentos y bebidas es la tecnología más utilizada en la actualidad para prolongar la vida de los alimentos, ya que elimina bacterias nocivas y los mantiene frescos y seguros, al tiempo que reduce los desechos y el consumo de energía en su transportación y distribución.