Un consorcio pluridisciplinario de investigación, integrado por distintos laboratorios del Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS por sus siglas en francés) en asociación con una empresa, produjo por primera vez y a partir de micro-algas, un betún. Ya se ha registrado una patente para este nuevo material hecho a partir de estos vegetales, utilizados desde hace tiempo en la industria cosmética y agroalimentaria.
En el marco del proyecto “Algoroute”, conducido por la Región Pays de la Loire, investigadores de Nantes y Orleans lograron desarrollar este betún con características muy cercanas al betún producido por el petróleo pero con una composición vegetal. El procedimiento consistió en la valorización de los residuos de micro-algas utilizados por la industria cosmética. Estos residuos se transformaron en una sustancia viscosa similar al betún tradicional gracias a un baño de agua calentada bajo presión. El rendimiento entre la materia utilizada y la cantidad de betún obtenida alcanza un 55%.
Hasta ahora, los bio-betunes desarrollados integraban generalmente aceites de origen agrícola. Por esta razón la utilización de micro-algas es atractiva: no requiere de la movilización de tierras arables y no entra entonces en competencia con la alimentación humana. Ya se están efectuando análisis de comportamiento en el tiempo, así como estudios de rentabilidad en la perspectiva de una producción a gran escala. El hecho de reutilizar residuos de la industria cosmética constituye una atractiva ventaja en cuanto a rentabilidad con respecto al betún producido a partir del petróleo. Los diseñadores consideran que el primer desarrollo industrial podría tener lugar dentro de 5 a 10 años.
