En 1996, Trivento inició sus actividades en Mendoza, Argentina con la compra de una bodega de 2 millones de litros y la finca Los Vientos. Sin embargo no fue hasta el año 2002 en el que la primera cosecha dio fructíferos caldos: Trivento Golden Reserve Malbec, el vino embajador de la bodega. Ya para 2004, Trivento estaba posicionado dentro de las cinco bodegas argentinas que exportaba vino; un año después abrió el Programa Integral de Vinos de Terruño que conjuga el cultivo de uvas finas, su adaptación a los terruños y la tecnología empleada en la elaboración del vino. Así, los vinos de terruño preservan el carácter de los suelos mendocinos y reflejan la experiencia del enólogo.
Tiempo después, se colocaron los cimientos de la bodega de vinos de alta gama de Trivento en la que el equipo y la tecnología de punta están adaptados a la pequeña escala, desde la recepción de uvas hasta la fermentación. Para 2009 la International Wine Spirit Competition del Reino Unido distinguió a la bodega con el “Mejor Productor de Vino Argentino”; un año después la revista estadounidense Wine Spectator premió con 93 puntos al ícono Trivento Eolo Malbec 2007 catalogándolo como Top wine from Argentina y con 89 a Amado Sur Malbec 2008 señalándolo como Top wine from around the world. Como parte de la innovación, Trivento abrió las puertas a Espacio de Arte Trivento, esta propuesta turística consta de una completa visita por las instalaciones con guía bilingüe especializada. El recorrido culmina en la antesala de la bodega de vinos de alta gama, donde se encuentra el moderno Espacio de Arte y la sala de degustación.
En cuanto al significado, Trivento quiere decir Tres Vientos: Polar, Zonda y Sudestada. El viento frío del sur que sopla en invierno marca el momento de la poda. Esporádicas ráfagas calientes y secas bajan de Los Andes durante todo el año, lo cual ayuda a la brotación; por último el viento fresco de verano asociado con tormentas crea nubosidad, la cual permite que los racimos lleguen a su madurez.
