Rías Baixas es por excelencia una denominación que se caracteriza por la uva albariño. Si bien, no es la única cepa que es permitida según la regulación, sí es la que mejor se ha adaptado al terroir gallego y una de las que mejor lo expresan.
Una de las versiones del cómo esta uva llegó a la zona, relata que arribó al monasterio de Armenteira traída de manos de monjes de la abadía de Cluny en Francia, durante el S.XII y que, poco a poco se fue extendiendo por todo Galicia y Portugal. Sin embargo, también se han hecho estudios que apuntan que esta cepa es autóctona del sur de Galicia. También se dice que pudieron haber sido pueblos germanos quienes en el S.V llevaron la varietal.
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Sea cual sea la historia correcta, lo cierto es que la variedad está más que adaptada a la región y es un acierto seguir haciendo vinos con la misma.
Fue en la década de los ochentas que la denominación fue reconocida, así como creado su Consejo Regulador y desde entonces, la zona ha crecido y es sumamente apreciada por los amantes del vino blanco.
Un buen representante del albariño
Hace poco asistí a una cata ofrecida por Pazo de Señorans en el restaurante La Quilla, ubicado en la calle Río Lerma número 69 en la colonia Cuauhtémoc en la Ciudad de México. Su carta ofrece sopas, bocatas, tapas, ensaladas y algunos platos españoles tradicionales. Este lugar tiene por objetivo que los clientes consuman los productos que recién han adquirido en la tienda acompañados de buena comida.
El nombre de «pazo» se le daba en España, a aquellas casas grandes que tenían tierras y en donde el trabajo era agrícola principalmente. En el caso de Pazo de Señorans, se trata de una casa solariega del S.VI enclavada en Vilanoviña, localidad pontevedresa del Meis, Valle del Salnés. Sus viñedos (que se encuentran en distintas locaciones) están en un radio de 10 kilómetros cerca del mar. Sus suelos son una combinación de xabre por descomposición de roca granítica, lo cual se traduce en una excelente capacidad de drenaje. Las parras conforman el sistema de conducción que mejor rendimiento les proporciona. En esta zona de Galicia suelen existir problemas en los viñedos por las enfermedades derivadas de la alta humedad (una de ellas el mildiu); tan solo en invierno llueve un promedio de 1,500 mm anuales aunque también les llueve durante la floración. Es gracias a las condiciones climáticas de la zona que de esta cepa se obtienen vinos de gran acidez, lo que resulta en una gran capacidad de guarda de los mismos, aunada al trabajo que le dan sobre lías.
Además el proceso de la vendimia es manual. Aquí un video de cómo se lleva a cabo:
Los vinos de Pazo de Señorans
La bodega se dedica 100% a la uva albariño. Todos sus vinos están en contacto con lías, inclusive los de menor edad. Éstas aportan una tipicidad aromática de humos y tostados, además de cuerpo al fermentado. Manejan tres líneas: Pazo de Señorans (4 meses en botella, blanco, joven y seco), Colección (30 meses en botella) y Selección de Añadas. Todos ellos son blancos secos que van de los más jóvenes y de poca crianza con levaduras, hasta lo más complejos con un trabajo en lías prolongado y además, provenientes de las vides de mayor edad.
En la cata se probaron dos añadas. Una 2018 con notas de mantequilla, limón amarillo, pasto recién cortado, algo de fruta exótica y paja con una acidez alta, persistencia media y de gusto terso. Luego continuamos con una añada 2016, cuyas características eran muy similares al anterior, pero era evidente que la guarda le había estabilizado un poco e iba denotando un gusto más redondo, donde la acidez se iba integrando mejor.
Para cerrar con los vinos, probamos un selección de añada 2010 cuya nariz conservaba aromas similares a los de los precedentes pero resaltaba la manzana amarilla, las flores blancas y cítricos delicados; su acidez aún en un nivel alto, pero cuyo gusto era aterciopelado y su capacidad de guarda aún prometía resistir unos cuantos años más. Cada uno de estos vinos fue maridado con cazuelitas de camarón; crema de tomate rostizado con queso de cabra, crujiente de cebolla y pesto; y con canelones a la barceloneta de res y cerdo gratinados con salsa bechamel y queso manchego. La comida concluyó con una deliciosa tarta de Santiago con helado de turrón.
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Pero eso, no era todo…
Pazo de Señorans aún tenía reservada una sorpresa: dos orujos, uno natural y uno de hierbas.
Según nos contó el representante de la marca, una vez que se extrae el mosto de las uvas para elaborar el vino, los orujos (pieles) de las uvas se colocan en unos contenedores y se dejan fermentado. Estos, posteriormente se pasan a destilación en alambiques de cobre colocados a fuego directo; pasan por una segunda destilación y luego, el corazón del corazón de esta segunda etapa, alcanza una graduación alcohólica de entre 65 a 68 volúmenes, el cual rebajan hasta 41% con agua y entonces así, de obtiene el producto final.
Para la versión con hierbas colocan en sacos hierbas secas, anís estrella y cáscaras de naranjas amargas y se rebaja hasta los 37.5 volúmenes.
Los aromas de estos orujos no mienten: destacan que son de albariño e incluso denotan aromas típicos de la flor de la vid. En el caso del orujo de hierbas (que es de color ambarino), notas de manzanilla, cítricos, tomillo y anís invaden la nariz. Ambos de gusto cálido, intenso y sedoso.
¡No te pierdas de la experiencia Rías Baixas y busca estos vinos! La Quilla es una excelente opción, ya que no solo podrás comer bien sino elegir los vinos de entre sus amplio catálogo y lo mejor, a precios justos.
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Para más información de la bodega y de La Quilla, visita:
Imágenes tomadas de: http://www.pazodesenorans.com/es/galeria
www.pazodesenorans.com Instagram: pazosenorans Facebook: Pazo Señorans LA NAVAL: https://www.lanaval.com.mx/