En el mapa gastronómico de México, pocos lugares conservan aún el carácter auténtico de Tehuamixtle, o Tehua, como la nombran sus habitantes. Esta pequeña playa de Cabo Corrientes, a tan solo hora y media de Puerto Vallarta, guarda uno de los secretos mejor guardados del Pacífico: ostiones de tamaño generoso y sabor profundo, reconocidos por los paladares más exigentes.

Cada año, días antes de Semana Santa, la comunidad celebra el Festival del Ostión, una cita que ha crecido con entusiasmo y arraigo. En su quinta edición, convocó a más de 4 mil personas que se reunieron a la orilla del mar para probar los mejores ostiones de la región, preparados con recetas tradicionales y presentaciones contemporáneas. En una sola jornada, se consumieron cerca de tres toneladas de producto fresco.



La celebración es organizada por los propios pobladores, quienes ven en la gastronomía un vínculo con la tierra y el mar. La fiesta no solo resalta la calidad del ostión local, también promueve el trabajo de los pescadores y cocineros que dan vida a este destino. Durante el evento, se presentan bandas, se realizan concursos y, por supuesto, se come bien.
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Asistir al festival es adentrarse en un ambiente de playa, con mesas sobre la arena, mariscos recién salidos del agua y una comunidad orgullosa de sus raíces. Tehuamixtle recibe al visitante con su mar y su comida inigualable.





El Festival del Ostión ha logrado posicionarse como una cita obligada para quienes buscan una conexión sincera con la cocina de la costa. Si este año no fuiste, agenda la próxima edición. Porque hay lugares que no necesitan adornos para quedarse en la memoria, y Tehua es uno de ellos.
El ostión de Jalisco

Se distingue por su suavidad, en Tehuamixtle, también conocido como Tehua, su pesca es símbolo de identidad y sustento. Cada año, los pobladores rinden homenaje a este tesoro con el Festival del Ostión. Durante el evento, se presentan preparaciones tradicionales y nuevas propuestas culinarias que celebran la generosidad del mar. Es una oportunidad para probarlo fresco, recién abierto, con solo unas gotas de limón, al carbón o en platillos que reflejan creatividad. El festival también incluye música, concursos y convivencia entre comunidad y visitantes.



¿Cuándo es el Festival del ostión?
Tehuamixtle, una joya pesquera al sur de Jalisco, celebra cada año su tradicional Festival del Ostión, una cita imperdible para los amantes del mar. Reconocido por la calidad y tamaño de sus ostiones, este poblado costero reúne a locales y visitantes para rendir homenaje a uno de sus mayores tesoros gastronómicos. Durante estos días, el muelle se convierte en un festín de sabores, con degustaciones de ostión fresco, platillos preparados por cocineros de la región y música en vivo.
Ostiones gigantes, el tesoro marino de Tehuamixtle
En Tehuamixtle, los ostiones crecen en aguas cristalinas que les otorgan una calidad excepcional. Su gran tamaño y textura delicada los convierten en un referente de la cocina local. Son recolectados de forma artesanal, respetando el ritmo de la naturaleza. Esta tradición ha consolidado su prestigio entre chefs y comensales. Quienes visitan la zona buscan en ellos el auténtico sabor del mar.

Cocina del Pacífico, raicilla y talento local
En su quinta edición, el festival reunió a cuatro chefs invitados: Memo Wulff, Hugo Chávez, Polo Cortés y Alan Olvera, quienes deleitaron a los asistentes con preparaciones frescas, marinas y llenas de identidad. La propuesta líquida quedó en manos de la mixóloga Lincy Gómez, quien sorprendió con cócteles elaborados con raicilla, un destilado artesanal propio de Jalisco y Nayarit. A lo largo de la jornada, el público disfrutó de un ambiente cálido, acompañado de buena música y cocina en vivo. Este evento ha logrado consolidarse como una cita imperdible para los amantes de la gastronomía costera.



Los estilos culinarios se entrelazaron en una jornada donde la fusión, lo mediterráneo y lo ahumado convivieron con preparaciones al limón. Desde zarandeados hasta platillos en crudo, la variedad reflejó la riqueza del mar y la creatividad de quienes lo interpretan desde la cocina.


Cuatro versiones del ostión en Tehuamixtle
Durante el festival, el chef Memo Wulff, de Barrio Bistró, presentó su versión vallartense: ostión con chayote, jícama y hoja santa, bañado en clamato con soya. Por su parte, el chef Polo Cortés apostó por el fuego directo, con ostiones zarandeados al carbón, aderezados con chile guajillo, limón y ajo. El chef Hugo Chávez, de Azul Botanas del Mar, ofreció una propuesta doblemente salseada: chimichurri con cacahuate y un aguachile verde tatemado. Finalmente, el chef Alan Olvera apostó por una salsa tatemada de seis chiles, complementada con chimichurri clásico y un toque de matcha. Cuatro estilos distintos que dialogaron con el mar.

Cinco especies distintas habitan nuestras costas y su valor nutrimental supera al de muchos alimentos
México alberga cinco variedades de ostión, entre ellas el japonés, americano, de roca, de mangle y el llamado placer. Además de su diversidad, destacan por su aporte nutrimental: contienen más proteínas y omega 3 que alimentos como la leche, los huevos o la carne de res. Un tesoro del mar que nutre tanto como sorprende.

¿Cómo llegar a Tehuamixtle en auto desde Vallarta?
Para llegar a Tehuamixtle desde Puerto Vallarta, el recorrido toma entre dos horas. La ruta comienza tomando la Carretera Federal 200 hacia el sur, con dirección a El Tuito, un poblado ubicado a unos 50 kilómetros. Desde ahí, el camino continúa hacia Mayto y finalmente a Tehuamixtle. Este último tramo, de unos 40 kilómetros, es en su mayoría de terracería, por lo que se recomienda manejar de día.

Concurso del ostión más grande en Tehua
Pescadores de la región llegan con sus mejores capturas, orgullosos de mostrar lo que el mar les ha dado. Este año, cinco participantes se disputaron el reconocimiento entre ovaciones y carcajadas. El ganador fue elegido a la vieja usanza, sin báscula, con la mirada experta de los lugareños. Después de la elección, cada pieza es subastada en medio de aplausos. La estrella del certamen alcanzó los $4,000 MXN, desatando asombro entre los asistentes. Este acto no solo rinde homenaje al ostión, sino también al trabajo de quienes lo cultivan. La jornada termina con un espectáculo de fuegos artificiales que ilumina el mar y las sonrisas de quienes celebran esta tradición.
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