Hablar de ginebra es hablar de un destilado que carga consigo varios siglos de historia y la transmutación de pasar de medicina a deleite elegante de las tardes. Es adentrarse en un tema tan complejo como los botánicos que le dan su alma y sobre todo es hacer mención de un gusto personal nada culposo.
Es curioso ver como a últimas fechas este espirituoso que por tanto tiempo ha sido estigmatizado como un brebaje de “señores”, ha tomado un giro inesperado cautivando al público más joven, dando como resultado un boom en el mundo de las ginebras.
El secreto está en los botánicos
Como ya lo mencioné, la esencia de la ginebra recae en los botánicos que la componen, un apartado donde destaca Las Californias, pues utiliza ingredientes endémicos de la Alta y Baja California, rompiendo las fronteras y dando como resultado dos botellas con identidades únicas.
Pero antes de hablar de estas dos caras de la moneda, se tiene que mencionar una particularidad de su enebro y es que se trata de una variedad endémica del Valle de Ojos Negros y Hollywood. Tiene un perfil aromático más suave que la variedad europea y destellos dulces, que perfilan los sabores del destilado final.
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Toques cítricos que enamoran
La primera de las dos presentaciones que tiene Las Californias es Cítrico, en la que predominan botánicos como la hierba de limón, hojas y cáscaras de cítricos y hojas de parras, pues la presencia vinícola de la región no podía faltar.
A la vista se aprecia un ligero color dorado, aunque la verdadera magia ocurre en nariz, donde antes de poder identificar algún aroma en específico, uno ya está pensando en frescura, para posteriormente encontrar toronja, naranja, miel e inclusive almendras.
La mejor manera de disfrutar esta versión recae en la sencillez, dos partes de destilado, agua tónica y una variedad de cítricos para resaltar los matices naturales de la bebida, o si se desea, puede darle un giro muy interesante a un spritz.
El orgullo nativo
Por otro lado la franqueza del norte del país también se hace notar y es lo que resalta en Las Californias Nativo, segunda identidad de la marca, al igual que su hermana cítrica, los botánicos que la componen son recolectadas en ambos lados de la frontera, aunque en este caso se remplaza la hoja de parra, con damiana.
Los matices que se perciben al abrir la botella son un giro total al que se encontró en Cítrico, pues Nativo le hace honor a su nombre dejando salir a relucir notas terrosas y salinas que caracterizan a Alta y Baja California.
En cuanto a la forma de disfrutarlo, su carga de aromas y sabores nos sugiere tragos con personalidades clásicas y dominantes como es el caso del negroni o en su defecto un Martini.
Gin de las Californias sale de los parámetros a los que estamos acostumbrados, pues no sólo busca tener un dejo de elegancia, también hacer notar su identidad y como ya es costumbre para Casa Lumbre, a la que pertenece esta bebida, destacar por los diseños de su botella y etiqueta, inspiradas en los mensajes marítimos enviados en botellas de vidrio grueso, dejando en claro que de la vista te nacerá el amor y en boca lo volverás eterno.
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