Entrar en una cantina es adentrarse en otro mundo, uno en el que convergen diversas personalidades del folklore popular mexicano, desde los borrachos eternos hasta los oficinistas empresarios que van a cerrar negocios acompañados de un tequila. Para el mexicano es un sitio de celebración, pero también de luto, ya que en las mesas de estos lugares podremos encontrar un tanto de todo: desde corazones rotos hasta romances que darán lugar a compadrazgos que harán regresar a celebrar a la cantina.
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Inspiradas en los salones del viejo oeste, estos recintos de “vicio y perdición” se popularizaron durante el porfiriato, dejándolos tatuados en la piel de la identidad mexicana. Pocas conservan las disposiciones originales y muchas más se han vuelto espacios familiares, pero la esencia al final es la misma, dejar correr el alcohol para ahogar las penas o enaltecer las victorias.
En sus muros encontraremos fragmentos de un México del pasado, comulgando con el del presente y esperando recibir al futuro. Fotografías, pinturas o simples frases en los mosaicos hacen que el interior de la cantina se llene de picardía e historias que no siempre son contadas, pero que extraen al que las observa de lo cotidiano, de lo monótono.
Muchas veces uno no esperaría poder encontrar comida en estos lugares; esto debido a la visión romántica que nos ha plasmado el cine de oro: en la cantina solo hay lugar para el alcohol y otros vicios. La realidad es diferente, la modernidad ha logrado que el refinamiento culinario tenga presencia en estos establecimientos, con el fin de acompañar las bebidas con un buen alimento, amenizando aún más el momento.
Un claro ejemplo de esto es el que nos presenta La Riviera del Sur, quien no hace mucho celebró su quinto aniversario y engalanó su recinto de bebida, comida y tradiciones de cantina. Al son del mariachi y entre anuncios de “toques toques” desfilaron por el lugar quesadillas, panuchos, tortas y otras especialidades de comida yucateca.
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Dentro de este menú en miniatura los personajes que dan movimiento y vida al establecimiento, dejan entrever la esencia gastronómica de su cocina, el sureste mexicano acompaña a las incontables etiquetas de tequila y mezcal que decoran el muro de la barra, así como a los barriles de cerveza y demás destilados que ofrece el lugar.
Si se tiene algo que festejar o una pena que ahogar, el ambiente de la cantina es el lugar idóneo para hacerlo, ya que aquí nadie juzga, todos respetan y por ello, me despido diciendo:
“Delicioso mezcal, dulce tormento,
¿qué haces afuera?
¡Vamos pa’ dentro!
Estiro la mano, encojo el codo
y a la salud de todos,
¡me lo tomo todo!”.
Cantina La Riviera del Sur
Calle de Chiapas 174, Roma Nte.
Teléfono: 55 5264 1552
Facebook: Cantina Riviera del Sur
Instagram: @cantinalariviera
