“La gastronomía es el arte de usar los alimentos para crear felicidad”, escribe Theodore Zeldin, un filósofo e historiador que ha dedicado gran parte de su vida a descubrir lo que significa ser humano y lo que significa ser feliz.

La pasión por la gastronomía, por la creación de experiencias que se apoderan de nuestros sentidos y nos sumergen en mundos de hedonismo, es algo que se lleva en la sangre, en el corazón. Las mentes brillantes detrás del éxito de Alinna llevan esta pasión a su máxima expresión, logrando crear momentos irrepetibles y únicos en un ambiente inolvidable.

El mágico resultado de alta gastronomía, un ambiente acogedor, excelente servicio y la calidez personal de las mentes brillantes detrás de la creación de este espacio culinario único, Alinna es mucho más que un bello espacio y un excelente catering, es la culminación de momentos inolvidables.

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Aquí, me dejé llevar por la excelencia de la cocina del chef Palomo, de las atenciones de Elizabeth y la belleza de un espacio intimo y auténtico donde se llevó a cabo una espectacular cena de siete tiempos. Aquí, un original y sabroso menú de degustación me llevó de la mano a descubrir sabores y aromas cuya personalidad y estilo único refleja el amor por la cocina y los momentos mágicos que llevaron a la creación de Alinna.

Pablo, nacido en Valladolid, se fue a los 18 años al norte de España para estudiar gastronomía y formarse en la escuela de Hosteleria «Aiala» de Karlos Arguiñano en el país Vasco, donde se especializó en técnicas vasco-francesas como jefe de partida en el restaurante «Karlos Arguiñano», posteriormente en «Bodegón Alejandro» y «Lasarte» de Martín Berasateguí, y en 2015 dirigió el  restaurante La Guarida  en La Habana, y en el 2018 dirigió como chef ejecutivo la operación de un famoso restaurante en Angelópolis.

Pablo posee una curiosidad y creatividad incansables, es un amante del producto, de las raíces y del potencial de transformación que ofrece la gastronomía. La diversidad cultural de México lo ha cautivado, decidiendo así emprender este nuevo proyecto de catering de alto nivel en México.  Hoy es el Chef Ejecutivo de Alinna.

Esta oda al arte culinario comenzó con un sabroso shrimp roll y un sándwich de rabo de toro con chutney de manzana y pasas, los cuales maridamos con una Cava Sant Antoni Gran Reserva 2007.

Continuamos la mágica velada con un exquisito carpaccio de wagyu con queso curado, helado de albahaca y dijon, maridado con el vino Friné Sud de France, elaborado con Gerard Bertrand en el 2007. El chef Pablo Palomo aprovechó la temporada de hongos al crear el siguiente platillo, que consistió de la perfecta mezcla de diversos hongos y foie gras – perfectamente acompañado por un delicado y dulce Friné Sauternes de Lafite, 2006.

El primer plato fuerte de esta sinfonía de sabores, aromas y texturas fue un jugoso canelón de rabo de toro con salsa de hongos al ibérico, el cual maridamos con Friné Mendoza, creado en alianza con Luigi Bosca en el 2008. El segundo plato fuerte fue un delicado Rocote de Baja California con txangurro y beurre blanc. El tercer y ultimo platillo principal fue simplemente espectacular: solomillo de wagyu con pastel de patata y tocino ibérico, maridado con una botella magnum edición limitada de Friné Bordeaux, elaborado con Lafite en el 2005.

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Alinna nos sumerge en una experiencia única. Se trata de gastronomía honesta, creativa y contundente, con toda la pasión al servicio de quien busca perdurar un momento especial en el tiempo.

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