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Aprender a comer, forjando nuevos hábitos

Julieta Cruz
Julieta Cruz
Gastrónoma y doctorante en Comunicación con especialización en vinos por la EMS. Investigadora en periodismo enológico y gastronómico en Ciudad de México, basada en teoría bourdiana, con fundamentos en Sociología y estudios de periodismo. Disfruta entrevistar y difundir la valiosa labor de quienes hacen posible nuestra gastronomía, única y viva en cada ingrediente, sabor y experiencia a la mesa.

¿Cuántas veces hemos escuchado que nuestro organismo es una máquina perfecta?

Por algo será, pues la verdad es que es así. Lo único que tenemos que hacer es alimentarlo con comida adecuada llena de nutrientes para que él sólo se encargue de distribuirlos a donde sea necesario. 

En ocasiones una de las cuestiones que más nos complejiza el camino hacia una vida sana es la cantidad inmensa de alimentos que tenemos a nuestra disposición en las tiendas y la falta de información respecto al daño que los alimentos procesados pueden llegar a ocasionar. Es por ello que hoy exploramos algunas cuestiones que es importante destacar cuando nos encontramos en la búsqueda de llevar o hasta retomar una vida saludable. 

Estos son algunos de los tips que a mi me han servido luego de que, después de hacerme unos estudios (a pesar de que soy una persona delgada), resulté con cierto desajuste hormonal y resistencia a la insulina. Si bien lo ideal es acudir con un experto en nutrición para que nos dé una dieta adecuada, estos tips en términos generales sirven a cualquiera que busque llevar un mejor estilo de vida. Así que no esperemos a tener malos resultados para empezar a actuar en beneficio de nuestro cuerpo. 

Elige alimentos integrales y frescos sobre aquellos procesados

Adiós a aquellos que tengan más de 5 ingredientes en sus componentes, que contengan azúcares añadidos o demasiada sal. Todos estos alimentos ultraprocesados y envasados por lo regular contienen grandes cantidades de refinados que conducen a provocar picos de azúcar en la sangre y por lo tanto de insulina, lo que resultará en enfermedades crónicas a futuro (resistencia a la insulina, diabetes, etc.). Y recuerda, entre más colores en tu comida, mejor.

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Bebe suficiente agua

En muchas ocasiones lo que parece ser hambre resulta sólo un mensaje mal interpretado por el organismo y lo único que necesitamos es beber un vaso de agua.  Si después de beberlo (15 o 20 minutos) no disminuye el apetito, entonces ¡a comer! Recordemos que nuestro organismo se conforma en su mayoría por agua y debemos beber al menos dos litros al día. Una de las cosas que me ha funcionado para incrementar mi consumo de agua natural es conseguir una botella o vaso reusable con popote y rellenarlo varias veces al día. 

Opta por snacks saludables entre comidas

Evita a toda costa productos que puedas sacar de una bolsita o empaque. Una porción de fruta, algunas almendras, una gelatina sin azúcar, o si tienes un poco más de tiempo puedes preparar algo sencillo en casa que idealmente no sobrepase las 100 kcal (No te pierdas próximamente nuestra nota sobre botanas saludables). 

Opta por dietas que no sean totalmente restrictivas

Por ejemplo, si de pronto decides unirte al estilo keto, lo más probable es que después de algún tiempo tengas un atracón de carbohidratos y el rebote llegue con ello. Una dieta balanceada siempre será lo ideal. Acércate a un experto de la nutrición para que pueda acompañarte en el camino para cumplir tus objetivos.

Incorpora el ejercicio en tu día a día

Es importante que nos mantengamos en movimiento para mantener en equilibrio nuestro sistema. Opta por algún ejercicio que te guste: correr al aire libre, saltar la cuerda, practicar yoga, barré, pilates, salir en la bici a dar un paseo o hasta natación… ¡Encuentra tu favorito! Invita a alguien a realizar actividad física diaria y así se motivan mutuamente. 

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Consume alimentos ricos en fibra

Ya sean cereales integrales, legumbres, verduras frutas o semillas siempre ayudarán a la mejora del sistema digestivo y con ello también se contribuye a la pérdida de peso. Tip: Incorpora una cucharada de semillas de linaza en un jugo verde a diario y verás la diferencia. 

Nunca es todo o nada

Si después de llevar un estilo saludable optas por un día comer algo sustancioso y fuera de la dieta o hasta faltas un día al gimnasio, simplemente retoma el estilo en cuanto sea posible. Somos humanos, permítete ser flexible contigo mismo y disfrutar de esos pequeños placeres, pero recuerda que al final del día lo más importante eres tú, y que un cuerpo saludable te permite alcanzar y lograr muchas cosas, así que ¡cuídalo!

Olvídate de las bebidas azucaradas

Cero refrescos y jugos, al final del día te darás cuenta de que no necesitamos esa cantidad de azúcar para tener energía. Opta por aguas de fruta sin azúcar añadida, tés, infusiones y obviamente agua natural. Si lo que buscas es alguna bebida energética prueba con matcha o café.

Calidad y no cantidad

Deja de pensar si tal o cual alimento tiene tantas calorías. Si empiezas a consumir alimentos de forma inteligente como proteínas, leguminosas, frutas, verduras, cereales integrales y frutos secos en lugar de papitas fritas, donas azucaradas, sopas instantáneas, embutidos de baja calidad y panes de harinas refinadas, te darás cuenta que la calidad de nutrientes que consumes sí importa y contar calorías no será más una preocupación.

Planifica y vencerás

Una de las mejores maneras de apegarse a un estilo de vida con una buena alimentación es tomarte un tiempo de cada semana para preparar los alimentos que consumirás. Compra los insumos necesarios, lava y desinfecta verduras, haz algunas preparaciones previas y hasta congela y porciona para que el resto de días te sea más fácil preparar las comidas. Por ejemplo, a mí me funciona picar las verduras de mi jugo verde, porcionarlas en bolsitas herméticas para toda la semana y llevarlas al congelador. Así, a diario saco una bolsa, la vacío en la licuadora, agrego agua y listo, ¡jugo verde al momento en un par de minutos!

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Consume suficiente proteína

Lo primero de lo que me di cuenta al apegarme a un plan es que no consumía la cantidad necesaria de proteínas, siempre me quedaba por debajo y llenaba regularmente con carbohidratos. Ahora en una comida como de 120 a 150 g. de proteína, lo que resulta en una sensación de saciedad por más tiempo. Es así que estos nutrientes ayudan a que la digestión se lleve a cabo de forma más lenta, se mantiene un nivel constante de azúcar y por lo tanto energía en el organismo, consiguiendo una sensación de saciedad duradera. 

Date tiempo para contemplar la alimentación

¿Comes con prisa, o mientras lo haces estás mirando el celular o la TV? Cuando estamos distraídos y en automático llevamos alimentos a la boca, los ingerimos sin atención alguna y así se suele consumir de más o incluso no se mastica como es debido. Tómate un tiempo en cada comida para apreciar los alimentos que tienes, disfrutarlos y percibir cada uno de los sabores. Cuando tomamos esta dedicación nos podemos sentir satisfechos en su momento debido, evitaremos comer en exceso y tendremos una mejor masticación y por lo tanto, una mejor digestión. 

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Cuéntanos qué otros consejos son útiles para llevar un estilo de vida saludable y cómo es que tu alimentación es importante para mantener la salud. Esperamos que estos consejos te sean de utilidad y los pongas en práctica en lo cotidiano.

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