A través de distintos episodios de la historia de la humanidad, el arte a la mesa ha ido tomando diferentes formas, dependiendo mucho de las exigencias de la época; el surgimiento de la sociedad y su demostración de poderío es lo que inclina los diferentes estilos de opulencia dentro de la clase alta.

La evolución de la decoración en la mesa toma mucho protagonismo en las casas de la alta sociedad; desde los romanos, que celebraban grandes festines por sus conquistas, adornando los palacios para recibir a sus mejores guerreros con las mejores viandas, al mismo tiempo, acostumbraban en ofrendar a sus dioses con frutas, semillas, nueces y cereales.

La historia de la gastronomía se puede resumir en la necesidad del ser humano de alimentarse a diario, educando y refinando sus modales con el pasar de los años, pieza clave para encajar a una sociedad exigente, que hasta la fecha se acostumbra en restaurantes de alta gama.

Un pedazo de tela 

Antes del uso de la servilleta, los antiguos griegos hacían uso de miga para limpiarse los dedos, esta masa la llamaban “apomasso” que significa limpiar. Esta masa era colocada en la mesa mientras comían. 

La decoración en la mesa surge casi a la par que cuando se empezó a acostumbrar usar pedazos de tela recortados y se utilizaban para limpiarse la boca entre cada plato, ya que la abundancia en la mesa de alimentos y el comer con las manos podía llegar a ser un poco obsceno. 

Desde la antigua Roma, la gente se vio en la necesidad de cortar telas para poder quitar los restos de comida de sus caras, al igual que servía de bolsa para poder guardar los alimentos sobrantes, ya que para el anfitrión se consideraba una falta de respeto si sus invitados no lo hicieran. Esta costumbre vio su declive en la Alta Edad Media, en este período no acostumbró el uso de servilletas, limpiándose las manos y cara con cualquier cosa que se encontraran.

El sistema feudal del segundo período de la Edad Media fue el que volvió a adoptar el uso de mantelería y servilletas, y fue en ese círculo donde el arte a la mesa fue tomando un poco más de forma, a veces cayendo en la extravagancia para la decoración en sus banquetes, colocando a los animales aún en piezas completas al centro de la mesa, para que cada comensal fuera sirviendo su porción. De ahí el origen del buffet.

Catalina y los modales

En los palacios de los aristócratas fue donde se desarrollaron los mejores festines de los distintos reinos, teniendo cada casa a un maestro de ceremonias encargado de las festividades encargadas por los señores feudales, creando protocolos de comportamiento y etiqueta rigurosa. Esta distinción en el comportamiento social se da mucho a finales de la Baja Edad Media y principios del Renacimiento, ya que la principal entusiasta en estos modales fue Catalina de Médici, reina consorte de Francia, nacida en Florencia, Italia.

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Desde pequeña, Catalina acostumbraba el uso del tenedor en sus reuniones, por lo que al unirse en matrimonio con el príncipe Enrique II de Francia y sucesor a la corona, Catalina, que gozaba de un paladar exigente y conocedor, llevó a toda su corte de panaderos, reposteros, chefs y maestros de ceremonia hacia Francia, siendo estos últimos los principales ejecutores de la opulencia que Francia adoptó por mucho tiempo, haciendo reales espectáculos para los invitados de la nobleza que atendían a los festines, sorprendiendo a cualquiera que los haya admirado.

Mucho se dice que su amor hacia el arte de la buena mesa, nace por la desesperación de concebir un hijo del rey de Francia, ya que por 10 años no pudieron tener heredero al trono, así que la inclinación de Enrique hacia otra mujer fue lo que preocupó a Catalina a llamar más la atención de su esposo, haciendo fiestas y ceremonias para demostrar su capacidad.

La confianza que tenía en el poder afrodisíaco de los productos que se llevó desde Florencia, fue lo que motivó a realizar dichos banquetes, posicionando a la monarquía francesa como la más poderosa que se vio en el siglo XVI, acentuando las bases de la gastronomía francesa y con ello, el uso del tenedor en aquella época fue gracias a esta mujer, pues poco a poco se fue adaptando y popularizando por todo el territorio europeo.

Coco Channel

A través de los años, y a partir del auge de los modales y buena educación a la mesa, surgen muchos personajes como Vatel, maestro de ceremonias de Luis II, príncipe de Borbón-Conde, François Pierre La Varenne, cocinero del gobernador de Chalone-Sur-Saone y escritor del libro El cocinero francés; Marie Antoine Carême fue quien siguió sus estudios y fue denominado como el rey de los cocineros y el cocinero de reyes, ya que fue quien más profundizó el tema de las salsas francesas.

Hacia principios del siglo XX, Gabrielle Chanel o mejor conocida como Coco Chanel, fue una de las precursoras del arte a la mesa por su amor a la elegancia y la decoración, actualmente puedes encontrar fiestas de temática llamadas Elegancia Chanel.

El refinamiento en la decoración de las mesas fue gracias a la segunda Guerra Mundial, acontecimiento que obligó a la diseñadora de modas a refugiarse en el Hotel Ritz de París y que vivió por más de 30 años, suite que aún existe y lleva el nombre de Coco Chanel Suite, sin embargo, aún hoy en día, su legado persiste gracias al Art Decó que heredó a su empresa, movimiento artístico que embellece la arquitectura, diseño de interiores, gráfico e industrial.

Foto extraída de: https://www.chanel.com/es_ES/moda/news/2015/03/the-brasserie-gabrielle.html

La elegancia en el montaje de mesas era de suma importancia para la alta sociedad; la decoración a la mesa tomaba más fuerza hacia mitades del siglo pasado, el cual fue punto clave para el origen de la nouvelle cuisine.

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