Esta semana me tocó desayunar en Los Almendros de Polanco, uno de los 4 restaurantes que posee esta franquicia. El origen de esta propuesta culinaria me llevó a Ticul, una pequeña y pintoresca provincia de Yucatán, en donde hace más de 50 años nació un modesto negocio familiar que priorizó la búsqueda de la autenticidad de los sabores de la comida yucateca.
Una de las razones por la que el restaurante se convirtió en una referencia de comida yucateca fue por la creación del Poc-Chuc, cuya preparación consiste en una base de carne asada de cerdo bañada en salsa de tomate y acompañado de cebolla morada y frijol. Hoy en día, dicho plato se ha convertido en un sinónimo de la gastronomía de la región.
La idea de Los Almendros es que cada comensal pueda degustar la comida típica de la región como si estuviera en Mérida o a Valladolid, y de verdad, lo logran. Uno de los puntos fuertes del establecimiento es la variedad de opciones que ofrece su carta, pudiendo elegir entre platos como: papadzules, Poc- Chuc, salbutes, panuchos, tacos de cochinita pibil, codzitos y mucho más. Como dato curioso, al final de su carta podrás encontrar una explicación detallada del significado de muchas palabras oriundas de Yucatán.
Otro de los aspectos que ayudan a sentirte como si estuvieras en La Península es la ambientación del lugar, que va desde la música relajada de carácter tradicional hasta la vestimenta del personal que te atiende, que como no puede ser de otra manera, lucen las hermosas guayaberas. Y ahora sí, con todo lo que se debe saber de Los Almendros quiero compartir con ustedes el apetitoso desayuno que probé. Para empezar, la combinación de frutas frescas recién cortadas a elegir -en servicio de gueridón- con la opción de acompañarlas con queso cottage, miel, granola y/o yogurt, fue un buen inicio.
Una vez abierto el apetito, como plato principal degusté los huevos fritos puestos sobre una cama de frijol y tortilla rebosada en aceite, bañado en una salsa de pipián. Dicha salsa, compuesta por pepitas de calabaza, una pizca de achiote, tomate, cebolla y ajo, ¡es un deleite!, bocado a bocado el sazón yucateco inunda el paladar y ciertamente me alegró saber que la cocina de aquella bella región la puedo encontrar en la ciudad. Y mientras estaba feliz disfrutando de una cocina sincera, clásica y sin ninguna pretensión más que mostrar los sabores de Yucatán, el café de olla hecho en casa me acompañó esa exquisita mañana en un lugar al que regresaré con toda seguridad, Los Almendros.
¿En dónde?
Campos Elíseos 164, Polanco
Web: www.losalmendros.com.mx
Fotografías cortesía
Texto: Alejandra Alva
