En estas épocas del año sucede un fenómeno que da la vuelta al mundo: las cenas y comidas compartidas con los seres queridos. Ya sean amigos, familia o ambas; en muchos lugares del planeta Tierra, la gente se une para celebrar y disfrutar en compañía. Uno de los platillos que más representa estas épocas es el pan. 

La variedad de los panes navideños es basta, cada país tiene su origen, historia y evolución sobre estos productos hechos en su mayoría de trigo o cualquier otro cereal. Aunque también sabemos que existen otras culturas donde no necesariamente celebran la Navidad, como en el caso de Hanukkah, una festividad judía en la cual se acostumbra comer el Jalá. Así que si estás pensando en comprar un Fruit Cake, un rico Panettone o bien probar el Jalá, aquí te damos a conocer un poco sobre las leyendas que se han creado alrededor de cada uno.

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El “pan de Toni”

El Panettone es uno de los panes navideños más famosos del mundo y en estos últimos años se ha puesto de moda. La historia nos cuenta que si bien fueron los egipcios los creadores del pan ácimo, los romanos fueron los primeros en endulzar el pan con levadura y lo hicieron con miel. A través de sus famosos banquetes repletos de condumios y manjares, su cocina fue evolucionando, tal vez por experimento o tal vez por error. Ésta última fue la razón de la creación del Panettone. En el siglo XV, en Milán existió un duque llamado Ludovico el Moro, quien era famoso por sus vastos festines. En la fiesta de Nochebuena, a la hora de dar el postre el cual era un pan, el cocinero se dio cuenta que éste se había quemado. Entrando en pánico, un lavaplatos llamado Antonio había guardado la masa sobrante para hacerse un pan dulce y llevárselo a su casa. Al ver el caos en la cocina, el lavaplatos ofreció mostrar el pan que él había realizado con las sobras; éste, llevaba pedazos de frutas cristalizadas y estaba enriquecido con mantequilla. Fue un absoluto éxito, al preguntar quién había creado tal ambrosía, presentaron a Antonio, por el cual le nombraron “pan de Toni” el cual  con el tiempo, evolucionó a Panettone.

Jalá o pan trenzado 

El Jalá o pan trenzado es un alimento que viene de la cultura del Judaísmo. Se dice que el pan jalá fue lo que Dios proveyó a los israelitas durante sus días de caminar por el desierto. Es un pan dulce a base de huevos, se le añade miel o azúcar para realzar el sabor. Es un alimento que se consume específicamente en el Shabat ya que tiene un gran simbolismo; representa la idea de la unión. El trenzado es de tres o más hebras, las cuales dependiendo del número pueden simbolizar diferentes situaciones. Cuando se trenza en tres representa la paz, la verdad y el amor. Cuando se trenzan en seis, simboliza los días de la semana, las direcciones de este mundo: norte, sur, este, oeste, arriba y abajo en donde finalmente el séptimo día se converge todo en conexión. En Hanukkah es tradición consumir comida frita, sin embargo el Jalá también puede ser compartido y se le pueden añadir pasas o ciruelas para hacerlo más especial.

Christstollen o Stollen

Este pan alemán tiene una historia tan curiosa como deliciosa. Testimonio de su existencia data  desde 1329 en Naumburg, Alemania; se componía únicamente de avena, agua, harina y aceite de canola. En esos tiempos, en épocas de Navidad la iglesia Católica exigía tiempos de reflexión y ayuno por lo que, los lácteos y el azúcar estaban prohibidos. Fue hasta 1400 que el Papa Inocencio a través de una carta llamada Butterbrief dio permiso a los cocineros del mundo que usaran mantequilla y endulzantes en sus preparaciones. Así fue como el famoso pan Stollen evolucionó a la receta que conocemos hoy en día pues se le agregó mantequilla, azúcar, pedazos de fruta cristalizada y hasta mazapán. Esta deliciosa preparación es de las más famosas en Dresden, Alemania, pues representa al niño Dios, ya que está cubierto con azúcar glass lo cual lo hace parecer un bebé en pañales. Es tan importante para los alemanes que existe un festival llamado Dresden Stollen Festival en donde cocinan un pan Stollen gigante y tanto gente de pueblos aledaños como turistas se reúnen para celebrar y degustar de esta golosina.

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Bolo Rei

Este pan en particular se nos hará muy familiar ya que tiene un gran parecido a la Rosca de Reyes y en efecto se come entre las fechas de Navidad y hasta el arribo de los magos. Su nombre significa Pastel del Rey y se dice que su origen se remonta a la época de los romanos, sin embargo, la iglesia Católica fue la que asoció el dulce con las fechas del 25 de diciembre y el 6 de enero. Llegó a su auge con el mandatario del Rey Luis XIV en Francia quien lo solicitaba para esas fechas todos los años. Con el paso del tiempo y la llegada inevitable de la Revolución Francesa, la preparación de este pan quedó prohibida aunque varios pasteleros y panaderos, se rehusaron a dejarla en el olvido. Cuenta la leyenda que la receta llegó a Portugal desde Loira, Francia, ahí fue donde se reinventó y se hizo famoso en 1800. Posteriormente llegó a Lisboa y de ahí saltó de nuevo a Francia donde también se acostumbra comer en Navidad. En esta rosca también existe un simbología sobre los regalos que los tres sabios llevaron al niño Jesús en su nacimiento: la corteza simboliza el oro, la fruta confitada la mirra y el aroma el incienso.

Éstos son algunos de los panes que se acostumbran compartir en la mesa en diversos lugares del mundo, así que si te sientes aventurero busca una receta de alguna de estas delicias y llévala a la práctica o bien explora algunas panaderías de especialidad y cuéntanos cómo te va.

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