Para conocer un lugar, se tiene que aprender de la cultura y las personas; parte de éstas dos, es la comida, por lo que en esta ocasión Tastes of Europe llegó a México para demostrar la importancia de la producción de alimentos en Europa y cómo se puede hacer un intercambio cultural entre ambos continentes a través de la alimentación.
Más de 30 empresas y asociaciones de los 28 países miembros de la Unión Europea, tuvieron un acercamiento a especialistas de los ramos hoteleros y restauranteros, así como a chefs y comercializadores de México, para crear relaciones profesionales y culturales por medio de los alimentos que empiezan a formar parte del interés culinario de los mexicanos.
Los productos que se ofrecen en esta ocasión van desde un “vino verde” de Portugal, hasta un vino tinto de Bulgaria. Con esta extensión de productos, los países participantes, demuestran que la cultura europea, va más allá de lo que se conoce popularmente y esta diversidad se refleja en cada uno de sus productos e intereses por la comida que en ellos se consume y que actualmente desean transmitir a otros países y continentes.
Probar nuevas propuestas o productos desconocidos, es una extensión de conocimientos e intercambio cultural, por lo que Tastes of Europe, se encarga de acercar a interesados en la gastronomía de ambas partes del mundo. Este trabajo, ha logrado que día a día el interés intercultural se vea reflejado entre incontables naciones.