“Si tienes frío, el té te calentará. Si tienes calor, te refrescará. Si estás deprimido, te animará. Si estás excitado, te calmará”
William Gladstone
Con estas palabras empezamos un nuevo viaje a través de las bebidas que mueven al mundo. En esta entrega el refinamiento y la ceremonialidad se hacen presentes en la mesa, acompañados por terrones de azúcar, infusores varios y elegantes tazas de porcelana para charlar sobre el té.
Cuenta la leyenda que hace mucho tiempo en China, gobernó un emperador de nombre Shen Nung, quien hizo grandes avances en la medicina y la agricultura del Gigante de Oriente, y a quien se le atribuye, dentro de otras tantas cosas a lo largo de la historia, el hervido del agua para reducir el riesgo al consumirla, dato importante para continuar con la leyenda del surgimiento del té.
Durante una de las caminatas que acostumbraba el emperador, ordenó a sus sirvientes que le prepararan un poco de agua para calmar la sed y descansar un rato a la sombra de un árbol, que fue uno de té, el cual en estado silvestre puede alcanzar hasta 6 metros de altura. Tras unos minutos y ya instalado en ese lugar, un aroma sutil llamó la atención de sus sentidos.
Al seguir a su olfato, el emperador Nung se encontró con el pocillo en el que reposaba su agua caliente, junto con unas cuantas hojas que habían caído del árbol bajo el cual descansaba así que, incitado por la curiosidad se dispuso a tomar una taza. Tras unos tragos de aquel descubrimiento, el té había nacido y con gran velocidad el emperador lo propagó por toda China.
Siguiendo la pista por el mundo
“Bebe tu té lenta y reverentemente como si fuera el eje que hace girar el mundo: lentamente, serenamente, sin precipitarte hacia el futuro”
Thich Nat Han
En poco tiempo la bebida había roto las fronteras y se estableció como favorita en varios países del mundo, donde los significados y las preparaciones se modificaron, enriqueciendo y complejizando la infusión de Camellia sinensis, término científico de la planta de té.
En el caso de Japón y la ceremonia del té, el significado que se le otorga a la bebida es plenamente espiritual, ya que se le considera como un camino para alcanzar la plenitud energética. La preparación se mantiene de la forma más pura posible siguiendo pasos rigurosos que aseguran la calidad de la bebida.
Dejando la mira en Oriente podemos encontrar a los grandes productores de la región, donde los campos infinitos adornan las colinas de Vietnam, Taiwán y la India.
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En estas zonas la preparación se deja en segundo plano y, los métodos de conservación y la creación de implementos para realizar la infusión toman el protagonismo. Los grandes artesanos del té se focalizan en esta sección de Oriente dando como resultado un centro de exportación casi equiparable a China.
La ruta toma rumbo al norte del continente donde Rusia hace su aparición, la tierra del vodka y las remolachas también cuenta con una amplia cultura del consumo de esta bebida herbal.
Una taza de té negro forma parte de la gramática culinaria de las tardes y noches de invierno donde el vapor de la taza evita que el alma se congele. La gran peculiaridad de la región radica en la manera de endulzar este elíxir: una cucharada de mermelada de frutos rojos resulta en una taza repleta de jugueteos en el paladar.
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Después de un viaje en el Transeuropeo abandonamos Asia y nos disponemos a entrar a Reino Unido, donde surge la manera más conocida de tomar una buena taza de té: a las cinco de la tarde.
Las teteras y bandejas de plata se disponen elegantemente en la mesa, la porcelana se regodea con sus arreglos florales y los blends reposan en los infusores. Un chorrito de crema o unas gotas de limón y una buena galleta cerrarán la rutina británica.
Retirando la bolsita de té
Y así es como en una pocas líneas recorrimos los principales puntos de consumo y producción de té, así como la manera en que es consumido y el significado más allá del confort de una bebida caliente resbalando por la garganta.
Para la siguiente entrega abordaremos el tema de las variedades de té, las maneras de prepararlo, así como la diferencia entre infusión, tisana y té. Así que en esta ocasión los dejo calentando el agua y me despido recordando que:
“Besar es como tomar té de una taza, uno simplemente nunca tiene suficiente”
Refrán Chino
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