Corría el año de 1922; en los campos de agave azul de Arandas, en los Altos Jalisco, Don José María, fundador de Tequila Cazadores soñaba con una receta que hiciera honor a esta tierra tan especial. Fue así como una fermentación natural acompañada de música clásica, una doble destilación y reposo en barricas nuevas de roble blanco, nos dan como resultado uno de los tequilas añejos más emblemáticos de Jalisco.
Se dice que quien no conoce su historia está condenado a repetirla, sin embargo, en Tequila Cazadores la conocen a la perfección y, para fortuna de nosotros, la repiten magistralmente recreando cada paso como lo dejó estipulado Don José María para cada una de las variedades.
Sintámonos orgullosos de dónde venimos y hacia dónde vamos. Ya sea con tequila blanco, reposado, añejo o extra añejo, el Tequila Cazadores es una buena forma de festejar.
Web: http://www.cazadores.com/
Por: Aurora Yee