El paisaje extraordinario de la costa de California crea las condiciones ideales para el cultivo de magníficos vinos. Las brisas del océano moderan el calor del sol, lo cual lleva a una temporada de crecimiento prolongada que da como resultado una mayor complejidad en el vino.
Gracias a sus cualidades climáticas y su belleza constante, California es el productor número uno de vino en América, y en sus bodegas se elabora el 90% de todo el vino de Estados Unidos y es el cuarto productor a nivel mundial después de Francia, Italia y España.
Fue aquí que Chuck Wagner y sus padres, Lorna y Charlie, fundaron Caymus Vineyards en 1972. Eran una familia de granjeros con raíces en el valle de Napa que se remontan a la década de 1850. En la actualidad, los dos Cabernet Sauvignon de la familia, Caymus Napa Valley y Caymus Special Selection, se encuentran entre los vinos más célebres de la región.
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Suisun Valley se ubica a tan sólo 40 minutos de Napa Valley, donde hace más de 45 años inició la historia de Caymus Vineyards. El paso del tiempo trajo consigo cambios en el valle, convirtiendo lo que fuera una zona rural en uno de los destinos más famosos en el mundo del vino. Ese ambiente de antaño es el que reina en sus viñedos de Suisun Valley, donde crecen las uvas con las que se produce Caymus Suisun Grand Durif 2018.
El nombre de la uva Durif es sinónimo de Petite Sirah, la uva ampliamente cultivada en Suisun. El término Grand que acompaña el nombre del fabuloso vino Caymus Suisun Grand Durif 2018, se debe a que tiene un gran estilo y una personalidad cautivante. Con exuberantes taninos de textura, este vino es rico, coqueto, totalmente cautivante.
Este vino ha nacido de la pasión de una familia, nutrido por un suelo rico y un ambiente mágico. Su color es el mismo que viste las noches en el valle, un púrpura de medianoche que impresiona. En nariz, nos recibe un bouquet de fragantes lilas, arándanos y bayas de acai con un toque de ciruela. En boca es un vino de cuerpo medio, equilibrado y muy suave. El perfil de sabor es una sabrosa mezcla de chocolate con leche y ciruela roja con notas de arándano. También detectamos algunos matices de roble tostado mezclados. El final es seco y sus taninos moderados se acumulan y persisten durante bastante tiempo.
Las delicias que nos ofrecen los vinos de Wagner son reflejo de la perfección de su terroir. En cada botella creada bajo el nombre de esta exitosa familia, se comparte la calidez obtenida del clima y del sol, energía que es transformada en un manjar líquido que nos deleita y acaricia los sentidos.
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