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El Día del Vino Mexicano

Pilar Meré
Pilar Meré
Comunicóloga con maestría en comunicación y mercadotecnia, especializada en gastronomía y marketing. Diplomada en diversos campos, sommelier, certificada en múltiples áreas y directora de Pilar Meré, Comunicación Integral Especializada. Experta internacional y jurado en concursos de vino y gastronomía.

La historia de la vitivinicultura mexicana se remonta a la época de la colonización española. Sabemos que los españoles trajeron el vino en el siglo XVI y al ver que el clima y la tierra eran propicios, Carlos I en 1531, ordenó que todos los navíos que se dirigían a la Nueva España llevaran consigo viñas y olivos para ser plantados.

En 1524, Hernán Cortés, como primer capitán general y gobernador de la Nueva España, ordenó a los colonizadores plantar mil viñas por cada cien indígenas que tuvieran a su servicio. Sin embargo, en 1595, Felipe II, rey de España, expidió una Cédula Real para prohibir la producción de vino en nuestro país, ordenando destruir los viñedos existentes, porque la calidad y cantidad que se producía entonces amenazaba los intereses comerciales de los españoles, tanto de productores como de distribuidores. La producción vitivinícola se mantuvo limitada y casi exclusiva del medio eclesiástico.

Es importante considerar que el vino era utilizado tanto para el autoconsumo como para la realización de ritos religiosos por parte de los misiones que realizaban trabajos de catequización.

Posteriormente, con los movimientos sociales, militares y económicos de la Independencia de nuestro país y de la Revolución Mexicana, la industria vitivinícola tuvo una gran fase de letargo.

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En la década de los años cincuenta del siglo XX,  la vitivinicultura comienza a ser de nuevo significativa en diversas zonas del país, empezando a despuntar en los sesentas y setentas para posicionarse con más arraigo y profundidad a partir de los  ochentas, década en la cual  el Vino Mexicano adquiere gran relevancia,  como resultado del interés de  un buen número de personas, tanto de productores establecidos por varias generaciones,  de enólogos y vitivinicultores expertos, como de un puñado de personas con ánimos, un tanto aventureros, y con ideas y expectativas novedosas, que se empeñaron en que México produjera vinos de la más alta calidad que compitieran con los mejores del mundo.

Actualmente, la vinicultura mexicana ha ganado terreno a nivel mundial y, en los últimos tres años, obtuvo un promedio de 500 medallas por año.

De contar con cinco zonas vitivinícolas registradas, hoy ha crecido para ubicar 15 estados que producen vino.

El sector vitivinícola representa un motor de desarrollo y es la segunda fuente de empleos del sector agrícola mexicano con más de 500 mil puestos de trabajo, datos que se dieron a conocer en el 43 Congreso Mundial de la Viña y el Vino, celebrado en octubre de 2022,  en Ensenada y organizado por Agricultura, junto con el Gobierno de Baja California y el Consejo Mexicano Vitivinícola (CMV).

En México, se destina una superficie de 35 mil 823 hectáreas, de las que se obtienen alrededor de 452 mil 927 toneladas de uva de todas las vocaciones de la vid y más de 73 mil toneladas de uva industrial, lo que permite producir casi cuatro millones de cajas de vino al año, en los 15 estados productores de vid.

Por este motivo, El Gobierno de México declaró el 7 de octubre de cada año como el “Día del Vino Mexicano”, en reconocimiento al desarrollo del sector vitivinícola del país, su impacto económico y social en la generación de divisas y empleos, además del posicionamiento de esta bebida en los mercados nacional e internacional, por su calidad y prestigio.

El decreto, publicado el 11 de enero de 2023, por la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural en el Diario Oficial de la Federación (DOF), resalta que México cuenta con potencial para la producción de uva de calidad, al disponer de las condiciones edafológicas y climáticas idóneas para su cultivo, por lo que existe el compromiso de aumentar la superficie sembrada, la producción y las exportaciones.

Refiere que el vino ocupa el tercer lugar de las bebidas alcohólicas más consumidas en el mundo, por lo que esta situación representa una oportunidad para fomentar el consumo del producto nacional y posicionarlo en los mercados.

Establece que la Secretaría de Agricultura promoverá la participación en las actividades que se deriven del presente instrumento, por conducto de los consejos nacionales, representantes de comités de los sistemas Producto Vid e interinstitucionales, consejos, productores y asociaciones civiles y académicas, cuyo objeto o interés estén vinculados a esta industria.

El documento fue firmado por el presidente Andrés Manuel López Obrador y el titular de Agricultura, Víctor Villalobos Arámbula, destaca el turismo enológico del país, que fue reconocido en el marco de la Feria Internacional del Turismo 2021, que se llevó a cabo con expertos del sector vitivinícola mundial para tratar y exponer temas relevantes y de impacto para el sector.

Desde su reingreso en 2016, México forma parte de la Organización Internacional de la Viña y el Vino, la cual se ocupa de los aspectos técnicos y científicos de la viticultura y la vinificación, incluida la producción de uva en todos sus aspectos, no solo del vino, sino también a la uva de mesa y la producción de pasas.

Salud, con vino mexicano.

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