Interior del restaurante El Japonez.

Al entrar a un restaurante la atmósfera de la cotidianeidad se ve alterada, los problemas se desintegran momentáneamente y el espíritu se reconforta, del mismo modo que una visita a la casa de la abuela, donde lo que uno espera son apapachos y alimentos que nutran el alma y calienten el cuerpo, al menos eso es lo que siento en cada vivencia culinaria que puedo experimentar.

El misticismo de la cocina se hace visible en cada uno de los elementos que enmarcan al concepto de un lugar, eso que lo vuelve único, desde la rapidez de los fast food, hasta la entrada a otras culturas como en los restaurantes orientales. En esta ocasión es el turno del nuevo integrante de la familia de El Japonez, ubicado en Artz Pedregal.

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Brochetas de camarón.

Si uno visita los diferentes locales de esta cadena podrá identificar algo especial en ellos, todos son diferentes, cada uno muestra una faceta en particular de la relación entre Japón y México: en este nuevo lugar el arte toma un factor clave. Más allá de presentaciones espectaculares y pinturas en las paredes, la meta del establecimiento es jugar con el concepto de arte.

Paseo por la galería culinaria

La cocina se puede considerar un arte por la técnica que se emplea y las presentaciones que se logran plasmar de la mente al plato. Una vez dicho eso, se puede entender el objetivo de este nuevo Japonez: hacen que el comensal note desde la entrada la misma energía que cuando se ingresa a una galería de arte; de esta manera se visibiliza a los cocineros como artistas en plena acción y a los meseros como curadores de platillos, listos para desenmascarar los mensajes de cada alimento.

Rollos de salmón flameado.

Tanto alimentos como bebidas llegan a embellecer la mesa, no consigues dejar de mirarlos y hasta dudas si puedes comerlos, pero después de unas cuantas fotos tomas los palillos y das un primer bocado…los sabores inundan al paladar y el ciclo del arte comestible se completa. Lo que resta por hacer, como en buena galería, es comentar con otros la experiencia y dejar sobre la mesa las diversas interpretaciones de lo que se acaba de vivir.

Un poco del menú

Al decir que cada plato es una obra de arte comestible se puede hacer una comparación con alguna corriente artística, por mencionar algunos ejemplos: su variedad de rollos y brochetas se pueden catalogar dentro del minimalismo, pues no necesitan una gran cantidad de adornos para que destaquen.

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Sashimi mixto.

También podemos encontrar expresiones atrevidas que hacen que el comensal interactúe más allá de la simple ingesta de alimentos, a través de las bebidas y los adornos que las acompañan, ya sea en forma de esferas de hielo, vapores de nitrógeno o la mezcla de ambas, las bebidas le brindan dinamismo a la comida.

Si lo tuyo es el performance tienes dos fuertes representantes en el menú, el primero es el rollo Del Patrón, el cual genera expectativa con su coraza de aluminio, necesaria para cocerlo frente al comensal. En segundo plano el Kasai, una esfera de chocolate que es flameada en Controy para  revelar su contenido de helado de vainilla y avellana.

Postre Kasai.

Con un menú diseñado para sorprender tanto a la vista como al gusto, todo lo que resta por hacer es vivir la experiencia en carne propia.

El Japonez Artz Pedregal
Blvd. Adolfo Ruiz Cortines #3720, 3er piso
Teléfonos: 36034570 y 36034571
Sitio Web: www.eljaponez.com
Facebook: eljaponez.mx
Twitter: @El_Japonez
Instagram: @eljaponez

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