Por Frida Medina
¿Sabías qué Frida Kahlo no solo era una reconocida pintora, sino también una apasionada cocinera? Sus pinturas son un conjunto de arte surrealista, elementos naturales e identidad mexicana, pero como hobbie, ella disfrutaba la gastronomía al comerla y realizarla, desafortunadamente no llegó a ser uno de sus talentos más destacados.
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Sin embargo, existe un restaurante que ha tomado la idea de los lugares más visitados -Yucatán y el norte del país-, platillos e ingredientes preferidos de la pareja de artistas Kahlo y Diego Rivera, para crear “Diego y yo” estructurado por su director Cristian Marco y el chef David.
Al entrar se perciben matices otoñales -como la estación favorita de la pareja- de estilo contemporáneo íntimo con detalles vibrantes, un techo botánico y fotografías en las paredes. Tras pasar el arco de la entrada, puedes ver la barra que esconde mixología de autor, una cava de vinos y detrás de un muro se encuentra la cocina donde se crean platillos a base de productos locales.
Iniciamos con unos estelares, los morralitos de camarón, hechos a base de buñuelo de rodilla que resguardan una mezcla de camarón de chiapas, queso crema y un toque de romero, el cual es bañado con un aderezo de miel de piloncillo con chile de árbol y morita. Es una combinación armoniosa que tiene como trasfondo la pasión de Kahlo por hacer buñuelos de rodilla con piloncillo, una receta original de Sor Juana Inés de la Cruz y el camarón por ser de los ingredientes favoritos del pintor.
Continuamos con un betabel al Josper ahumado con encino, de sabores intensos sobre un cremoso de queso cotija, yogurt y nuez, junto con una ensalada de arúgula baby y semillas. Su maridaje fue una bebida frutal hecha a base de mezcal Bruxo no.1, con una reducción de higo, canela y pimienta negra, endulzado con jarabe de lemongrass, que tiene de nombre coctel mariposa.
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Proseguimos con unos tacos de carnitas de pato, confitado en su jugo con cocción lenta, sobre tortillas de maíz azul con láminas de aguacate, unas gotas de salsa tatemada y una lluvia de cilantro habanero.
Seguimos con un platillo que relata una historia de fondo. Frida se encontraba de viaje en EE.UU. en una exposición, a donde no pudo ir con su esposo, por lo que mandó a su amado una carta que decía: “No sabes cuanto te amo, que cada momento siento como si pudiera morder tu corazón, y morder tu corazón es como si pudiera morder los mismos frutos rojos que me da la madre tierra”, a lo que él respondió “Yo te amo tanto, con todo tu carácter y toda tu fuerza y tus cambios de humor como el mismísimo mar”. Palabras que sirvieron de inspiración para dar pie a un par de postas de salmón bañadas en una salsa de frutos rojos, coronadas con un ramo de espárragos jumbo a la parrilla y decorados con una costra de queso. Un juego de sabores umami y una interacción de texturas, que generaron una reacción armónica con el coctel Aguafuerte, que consiste en una base de mezcal Creyente Cristalino con coulis de frutos rojos y pimienta rosa, endulzado con jarabe de chiles y jugo de arándanos.
El último tiempo constó de un carajillo con trozos de Ferrero y licor de avellana, siendo el maridaje una rebanada de cheesecake de nutella-ferrero rallada con ganache de chocolate y una bolita de helado de vainilla de Papantla, junto con una lluvia de avellana con pistache.
Por otra parte, un untuoso volcán de dulce de leche casero, hecho al momento y espolvoreado con azúcar glass, sobre una tierra de galleta y acompañado de helado de vainilla.
Te invitamos a asistir a “Diego y Yo” donde podrás vivir una experiencia culinaria con contexto artístico, además de poder conocer su speakeasy.
Para mayor información:
IG: @diegoyyomasaryk
