Sonia, tamales más allá de la tradición

Angel Venegas
Angel Venegas
Gastrónomo y periodista gastronómico apasionado por la fotografía, historia y comida. Mantiene conexión con la cocina para preservar su sazón y comparte su pasión con otros. Dispuesto a ofrecer datos curiosos, referencias históricas y rarezas de la vida.

En una ciudad tan vasta como la CDMX las opciones de comia siempre abundan y eso incluye a los tamales para la Candelaria. Pero entre tantas alternativas no todas son destacables, así que para ahorrarte descontentos en otros lados, hoy te hablo de los que ofrecen en Sonia.

De la mano del chef Edgar Delgado y especialmente para estas fechas proponen tres tamales que le dan un giro a los tradicionales. Aunque es importante considerar que sólo van a estar disponibles los próximos 1 y 2 de febrero, así que ve haciendo tus planes.

La magia está en la sencillez

Cada uno de los tamales tiene algo que lo hace especial, así que recomendar o seleccionar uno favorito se complica. Sin embargo, todos tienen algo en común, son recetas con pocos elementos y que juegan con sabores familiares, pero con las presentaciones modernas de Sonia.

El primero fue un tamal de frijol con salteado de quelites y nopales, sobre salsa macha. A primera vista la salsa me hizo dudar ya que la salsa macha suele picar bastante, sin embargo, y para mi fortuna, esta picaba lo necesario.

Una peculiaridad que debo mencionar es que los frijoles están enteros, agregando textura al tamal. La combinación de los sabores fue más que acertada y con equilibrio entre los quelites, la masa y el picante.

Siguiendo la línea de los tamales con salsa, el siguiente fue de queso asadero envuelto en hoja santa, con salsa de chiles tatemados. Sin duda esta va a ser una opción para gente con el gusto adquirido por la hoja santa, ya que es un elemento dominante en cada bocado.

A nivel personala yo lo disfruté bastante, no solo por los sabores, sino también por la textura del queso que me hizo recordar mi infancia. Especialmente recordar unos tamales que hacía mi bisabuela enlos que el queso rechinaba de una forma particular y difícil de expicar.

Por último sirvieron un tamal de pollo con mole casero, según lo que explicaron está inspirado en el Zacahuil, pero en un porción individual. De los tres es el menos arriesgado y que puede ser opción si vas con niños o con alguien que no sea fan de los sabores complejos.

No podía faltar el chocolate

Pero las propuestas de temporada no podían acabar sin considerar una bebida y ¿qué mejor que e chocolate para los tamales? Así es como en Sonia prepararon un chocolate chiapaneco con anís estrella, cacao, miel, pistache tostado y espuma de taro.

Para los que dijeron atole, les prometo que no lo van a extrañar, ya que al mezclar la espuma se consigue una consistencia muy parecida al champurrado. Y para los que piensan que son demasiadas cosas en una bebida, los invito a que la prueben, al final todo se equilibra y hace un buen match.

Así que si planeas hacer una ruta de tamales o simplemente buscas unos para pagar la deuda de la rosca, yo te recomiendo los de Sonia. Mismos que puedes comer en el restaurante o encargar con antelación en sus redes y pasar por ellos.

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