El hotel St. Regis de la Ciudad de México fue la cede de la MasterClass de Ron Matusalem a cargo de Alberto Navarro, fundador de este evento y experto en bebidas espirituosas y Manuel Blanco, gerente de la marca Ron Matusalem.
El evento constó de varios bloques que tuvieron como objetivo inculcar valores, cultura conocimiento, convivencia y apoyo mutuo en comunidad, además de respeto y pasión por la categoría de rones comenzando con una introducción a la marca por parte de Alberto Navarro y después una cata de los productos Matusalem a cargo del mismo Alberto.
Los asistentes que fueron seleccionados para participar en este seminario, son apreciados por su alto potencial para formar parte de un exclusivo grupo de conocedores y embajadores calificados dentro de la categoría de Rones Premium del Mundo.
Los temas que vieron fueron desde los fundamentos de destilados y fermentados, los orígenes del ron, su proceso de producción hasta los tipos de ron. Finalmente, conocieron a fondo los productos Matusalem incluyendo su unicidad y elaboración.
La segunda actividad, y seguramente la favorita de todos, fue la creación de su propio ponen , donde crearon mezclas buscando sabores, aromas y tonalidades al gusto, terminando cada quién con su propia botella. Después, se les aplicó un examen sobre lo aprendido en la primera parte del evento y al final, comenzó el Cocktail Challenge donde los asistentes provenientes de Cuernavaca, Ciudad de México, entre otros, jugaron contra el tiempo, usando su ingenio y creatividad para preparar una bebida con su ron Matusalem favorito y presentarlo ante un panel de jueces integrado por expertos en el ámbito de la coctelería y gastronomía, ellos son: Nora Grillone, Luis C. Iriarte y Riesler Morales.
Los tres primeros lugares fueron para Víctor Daniel López, Mario Ayala y Miguel Angel Menez, ellos participarán en la final que se llevará a cabo también en el Hotel St. Regis el 6 de junio,. Esperamos con ansias saber quién será el máximo triunfador de esta serie de MasterClass de Ron Matusalem.
Por: Alejandra Sánchez