Salón South Water Kitchen

Cuando salimos de viaje generalmente debemos adaptarnos a muchas cosas: clima, idioma, gente, tipo de transporte, moneda y por supuesto al tipo y tiempos de comida de cada lugar. Al llegar a Chicago, debí ajustarme a todas estas situaciones, entre ellas el lunch. Fue así como decidí vivir la experiencia de la manera correcta, y no pude encontrar un mejor lugar para hacerlo que en South Water Kitchen, un restaurante ubicado en el Hotel Monaco de Kimpton Hotels que cuenta con 20 años de experiencia.

En la calle de Wabash aparece South Water Kitchen el cual deslumbra por su tono azulado en la fachada, mientras que en el interior un estilo clásico se presenta. Distintos tonos de café, sillas de piel, taburetes, una hermosa barra y la cocina abierta, crean un entorno de elegancia pero extrañamente, también de confort y relajación. ¡La combinación perfecta! Mi mesa estaba cerca de un ventanal desde el que podía apreciar la arquitectura de Chicago y el panorama del restaurante. Los meseros tienen un estilo relajado, el servicio que ofrecen es eficiente y si deseas una recomendación, estoy segura que no te defraudarán.

El menú del lunch es amplio y las porciones son vastas, desde las entradas y los flatbreads hasta los sandwiches, hamburguesas y ensaladas. Si te cuesta trabajo elegir, South Water Kitchen pensó en ello y elaboró un menú establecido en el que tendrás que elegir una de las tres opciones de entrada, tres de sandwich o hamburguesa y dos de postre. Además, también cuentan con una carta de bebidas sin alcohol que es una maravilla; en ella aparecieron los mocktails, jugos y café.

Comencé con una Soda de lavanda: jarabe de lavanda, mora azul, jugo de limón y soda, resultó fresca y equilibrada, con ese aroma y sabor destacado a lavanda que me encanta. Mientras tanto mi compañero ordenó Pink Lemonade, que para ser totalmente honesta, es la mejor que he probado. Está compuesta de una mezcla de limón y lima hecha en casa -definitivamente es el secreto-, jarabe de granada y top de soda; su sabor es electrizante y memorable a pesar de los pocos ingredientes que contiene. Así dimos iniciamos a nuestra travesía por los sabores de South Water Kitchen y comenzó el desfile de platillos.

Quisimos jugar con el menú establecido y alguna que otra creación de la carta principal. Comenzamos con el Flatbread de hongos. El pan era suave y  los hongos resaltaban gracias al aceite de trufa blanca, mientras el queso mozzarella -burbujeante aún- desprendía un exquisito aroma. Continuamos con el famoso Mac & Cheese que no podíamos dejar pasar, el twist fue el queso cheddar blanco. Y para seguir en este tenor, ordenamos el PB&J Grilled Cheese Sandwich, un platillo que me causó adicción. El pan de cereales envuelve rebanadas de pera, queso brie y jalea de blueberry que elaboran desde cero, aunque parezca que el dulzor es lo que destaca, lo cierto es que el papel del queso brie es fundamental para que esto no suceda, además las papas fritas  le otorgan un toque inigualable. Para cerrar con broche de oro la parte salada, el sous chef José Ortega terminó de enamorar nuestro paladar con el Salmón Coa, sellado a la perfección, el pescado se ubicaba sobre una deliciosa cama de quinoa roja con elote, microgreens y pimiento rojo, a lado la salsa de frambuesa con vino espumoso rosado le daba un color divino al plato. El dorado y sazón del salmón fueron perfectas, pero al combinarlo con la quinoa y la salsa los sabores explotaron en la boca y las texturas se distinguían una a una. ¡Extraordinario!

Se acercaba la hora del postre, y nos decidimos por uno de los más famosos de South Water Kitchen, el German Chocolate Cake. El pastel de chocolate era compacto y suave, estaba bañado con nueces tostadas y caramelo que embonaban con el helado de coco elaborado también en el restaurante. Las texturas se sentían en cada bocado, dejando una sensación de satisfacción y agrado. ¡Un postre que me encantaría repetir! No cabe duda que éste fue el final perfecto de un lunch que siempre recordare, ya que los aromas, sabores y texturas jugaron en cada platillo para complacer no solo al paladar sino también, al corazón.

¿En dónde?
Hotel Monaco de Kimpton Hotels
225 N Wabash Ave., Chicago, Illinois

Horario de lunch:
Lunes a viernes de 11:00 am a 3:00 pm

Costo del menú: 22 usd por persona (no incluye bebida)
Conoce también Sable Kitchen and bar del hotel Palomar de Kimpton

Fotografías: Juan Pablo Montes y cortesía de South Water Kitchen

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