Con diseños que recuerdan la compra de productos que arriban en barco; las paredes con cajas en donde se transportan éstos; sombrillas y un cielo en el techo con la caída de un gran candelabro que hace referencia a la brisa marina, este restaurante recuerda aquellas tardes lluviosas a la orilla del mar, su nombre: Azafrán. Imágenes mostrando las bellezas de Veracruz y una cava que presume sus más de 5,000 etiquetas, mismas que se aprecian a través de sus cristales desde la entrada; hicieron que me embarcara hacia la aventura de probar la comida de Azafrán. Su cocina de Mar y Campo, permite probar estos sabores de la naturaleza en platillos como el Aguachile mixto que presenta una mezcla de sabores frescos del mar; el Cremoso de hongos con una densidad en boca, notas lácticas y sabores de tierra; o el pescado a las brasas que en su cocción refleja la perfección que el chef Antonio Barreiro busca en su trabajo. Para cerrar, el Cremoso de queso de cabra con pistaches que combinan la suavidad del primero y la textura crujiente de los segundos, resultaron irresistibles. Con un gran sabor de boca, este restaurante me despide, recordándome las maravillas que Veracruz ofrece a través de su gastronomía, sin olvidar la mezcla de culturas que han caracterizado a la historia de este maravilloso estado.

¿En dónde?
Blvd Avila Camacho #985, Costa de Oro, 94299 Boca del Río, Veracruz

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