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Descubre el maravilloso mundo del té: variedades, beneficios y un lugar especial para degustar

Redacción Editorial
Redacción Editorial
Se constituye de los practicantes en turno. Todos con especialidad en gastronomía, son estudiantes o recién egresados de las universidades como el CSG o la UCSJ. Apasionados por escribir pero sobre todo por el buen comer.

Por Sigma Bonilla

Cuenta la leyenda que en la antigua China, un día un monje que salió a meditar cerca de un árbol –pues la cultura allá es bastante espiritual–, llevaba consigo una pequeña taza de agua caliente y sin más, siguió en lo suyo. De repente, una de las hojas de un árbol se desprendió y suavemente fue cayendo hasta hallar su paradero en la taza de aquel budista.  Después, el monje lo bebió y fue tanto de su agrado, que decidió contárselo a todo aquel que conocía. Posteriormente, se volvió la bebida más solicitada del mundo en ese entonces y así, gracias a esa pequeña hojita procedente de la planta Camellia Sinensis, hoy podemos disfrutar de múltiples variedades de té… ¡Asombroso! ¿No crees? 

¿Tantos colores de té? Son seis

¿Nunca te has preguntado cómo rayos existen tantas variedades de té y de dónde salen? Pues la respuesta es fácil, el origen viene de la misma planta, pero se le aplican procesos diferentes de oxidación para que cada tipo tenga características únicas, gracias a esto, tenemos al alcance de nuestras manos distintas opciones de esta increíble bebida para cualquier ocasión. Ya sea que quieras calentarte en un día lluvioso o bien, quieras mantenerte hidratado con un refrescante iced tea durante la canícula, puedes decidir entre las siguientes gamas de té, ya sea porque el sabor te parezca agradable al paladar, o tal vez estés en busca de algún beneficio para tu organismo, o incluso, te animes a probar cada una. 

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¿Qué es lo que le hacen?

  1. Té blanco

Esta variedad posee una calidad de las más altas y se distingue por su suave y delicado sabor. Consiste en la recolección de los brotes más jóvenes y tiernos de la planta, mejor conocidos como “agujas de plata” debido a la cubierta formada por finos pelos platinados de la planta, donde se albergan las características gustativas de este tipo de té.

Su precio es elevado a causa de la mano de obra que se utiliza para recoger hoja por hoja de la planta y su época ideal de cosecha toma espacio en el período de primavera pues las propiedades aromáticas están en su punto. Posteriormente, las hojas se colocan en esteras de bambú y proceden a ser marchitadas solamente durante horas o hasta un día, causando una mínima oxidación, la cual produce los suaves aromas y sabores característicos del té blanco. En algunos casos se opta por realizar una segunda oxidación pero a diferencia de la primera, esta será al interior y con condiciones controladas para la obtención de un mejor perfil del té a través de la evaporación uniforme del agua contenida en la hoja.

Como resultado de este proceso, las hojas pueden perder entre 70% y 80% de agua, tomando un color marrón y notas características.

Posteriormente, se secan las hojas para detener la oxidación, se clasifican manualmente según su calidad y se procesan para su venta. 

  1. Té amarillo

Se cosecha regularmente en el mes de marzo, seleccionando y rectificando que todos los brotes estén en excelentes condiciones, después se da paso al marchitado al sol para eliminar el contenido de agua de las hojas y sacar a relucir sus propiedades organolépticas únicas. Luego, viene la fijación, que es el momento en el que se detiene la oxidación del té, pues se inactivan las enzimas responsables de los cambios físicos y químicos de la planta, a continuación, se da pie al momento de enrollado para liberar sus sabores y aromas.

Subsecuentemente, viene la fermentación no enzimática, en donde las hojas se apilan y se cubren con un tipo de material de cuero al que se le denomina “Cow Skin Paper” y que ayuda a mantener la humedad y temperatura adecuadas, provocando que las hojas suden y resultando en una semi-fermentación. 

Finalmente, comienza el secado para detener la oxidación del té y que no cambie sus propiedades, se clasifica y se envasa. 

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  1. Té verde

Existen 2 métodos para la elaboración de esta variedad: el método estilo chino (tostado) y el método tradicional japonés (al vapor o Sencha).

En el método chino es esencial el marchitado, a diferencia del japonés donde las hojas son sometidas directamente a la fijación a través de vapor, omitiendo ese proceso. 

Primeramente se seleccionan manualmente las mejores hojas, se llevan a marchitar al sol, se fijan (en el caso del método chino, se utiliza una sartén o recipiente caliente para este paso; en el método japonés es a través de vapor de agua, el cual provoca sabores más herbales), luego se enrollan para la liberación de los aromas y sabores de esta variedad, se secan, clasifican y envasan. 

  1. Té Pu-erh (rojo)

Esta variedad proveniente de la región de Yunnan, China, es muy distinta a las demás, pues debe ser sometida a un proceso de fermentación y su coloración varía entre tonalidades ámbar, hasta marrones rojizos y para su elaboración existen dos categorías: Pu-erh Sheng o crudo y Pu-erh Shou o cocido pero sea cual sea, ambos deben pasar por un proceso de maduración, también llamado envejecimiento. 

Aunque para esta variedad se utilicen las mismas hojas que para el resto de tés, se prefieren las hojas más maduras.

Para iniciar se recolectan las hojas y se ponen a marchitar, luego deben pasar por el proceso de fijación, conocido como “sha qing” o “kill the green”, que conlleva calentar las hojas marchitas, conocidas con el nombre de maocha en una sartén especial para adquirir sus rasgos característicos. Seguido de esto, va el enrollado, que puede ser mecánico o manual y que sirve para romper las células y liberar los jugos que darán todo el sabor al té, luego se seca, se prensa en forma de ladrillo, se fermenta dejando las hojas en varios montones, cuidando siempre la temperatura y humedad y se almacena para el periodo de envejecimiento, el cual puede durar hasta tres décadas. 

  1. Té Rooibos

Su origen viene de Sudáfrica, específicamente de la planta Aspalathus linearis

Su procedimiento es el mismo que el del Pu-erh, saltándose el paso del envejecimiento pero la diferencia recae en que esta variedad no contiene cafeína y su perfil es dulce, con notas a nueces y miel.  

  1. Té Oolong (azul)

Este tipo de té se suele cosechar en regiones montañosas, pues las raíces de la planta absorben los minerales de la zona que se refleja en su sabor y aroma –tal como en el caso de los vinos, que guardan un perfil muy estrecho con su terroir–. De igual manera, su proceso comienza con la recolección de las hojas maduras, se marchitan al sol y se inicia la fase de cuarteado, en la que se hace uso de cestas de bambú o mimbre que van rotando, logrando una oxidación uniforme y romper las células de las hojas. Luego se procede a la fijación, al enrollado, secado, clasificación y envasado. Por último, en algunas ocasiones el té se somete a un proceso de re-horneado para suavizar sus características singulares. 

  1. Té negro

Su proceso es similar al de los demás tés, la distinción se debe a que en esta variedad se busca una completa oxidación de las hojas, previamente a su secado y envasado, dándole así, su característico color oscuro, aromas, cuerpo y sabores más intensos.  

¿Por qué tomar té?

  • Blanco: ayuda a combatir el daño celular y reduce el riesgo de enfermedades crónicas, puede ayudar en la disminución de la presión arterial y mejora la salud del corazón. También contribuye a la salud de la piel y a mejorar el acné.  
  • Amarillo: posee un alto contenido de antioxidantes, los cuales pueden reducir el riesgo de enfermedades crónicas y ayudan al aspecto de la piel. También mejora la digestión, la salud cardiovascular, mejora la salud mental, fortalece el sistema inmunológico, puede ayudar al control del peso gracias a que acelera el metabolismo y tiene propiedades relajantes. 
  • Verde: ayuda a combatir el daño celular, acelera el metabolismo y promueve la pérdida de peso, mejora los niveles de colesterol, puede ayudar a la salud cognitiva y reduce el riesgo de enfermedades.  
  • Rooibos: rico en antioxidantes que pueden ayudar con la digestión, sistema cardiovascular, y además, posee propiedades antiinflamatorias.
  • Pu-erh: promueve la digestión, ayuda a reducir el colesterol y puede ayudar con la pérdida de peso. También abunda en antioxidantes.
  • Oolong: aumenta el metabolismo, mejora la salud dental, ósea y mental, mejora la digestión y aporta antioxidantes. 
  • Negro: mejora la salud cardiovascular, promueve la concentración, brinda energía, mejora la salud mental, dental y digestiva,  refuerza el sistema inmunológico, mejora la salud ósea y controla el peso.

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Como ya hemos mencionado, las propiedades de esta maravillosa bebida son infinitas, sin mencionar su agradable y elegante sabor, es por esto que beberla en esta época de calor es una gran alternativa. Puedes prepararla tú mismo desde tu hogar o bien, si prefieres ir a conocer todas las posibles variedades de té, existe un pequeño espacio situado en la colonia Condesa que lleva por nombre “La Esquina del Té”, se encuentra en la calle Ámsterdam 55, Hipódromo Condesa, Cuauhtémoc, 06100 Ciudad de México, CDMX y puedes visitarlo de lunes a sábado de 9:00 a 22:00 o los domingos de 10:00 a 21:00.

¡Siénta-y disfruta de una buena taza de !

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