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Encantando al vino

Julieta Cruz
Julieta Cruz
Gastrónoma y doctorante en Comunicación con especialización en vinos por la EMS. Investigadora en periodismo enológico y gastronómico en Ciudad de México, basada en teoría bourdiana, con fundamentos en Sociología y estudios de periodismo. Disfruta entrevistar y difundir la valiosa labor de quienes hacen posible nuestra gastronomía, única y viva en cada ingrediente, sabor y experiencia a la mesa.

Decir que una vinícola cumple diez años quizás no parezca mucho, pero en el escenario mexicano –plagado de dificultades no solo en términos del terroir sino el el plano legislativo y sobre todo en el cultural, si consideramos que en el país el consumo de este producto es apenas significativo–, vaya que lo es. 

No obstante, la industria del vino en el país cada vez cobra más importancia y hoy en día es San Juanito quien lo ha logrado, distinguiéndose no solo por haber cumplido ya una década de funcionamiento sino por el medallero que ha coleccionado durante estos años que asciende a las 92 preseas. 

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El viñedo boutique radicado en Tequisquiapan, Querétaro ha encontrado en el clima y suelo rico de la región, el sitio propicio para la producción de vinos de alta calidad. Reciben a visitantes a quienes ofrecen recorridos por los viñedos y las instalaciones además de invitarles a catas dirigidas. Este año la vinícola se enorgullece por haber recibido el reconocimiento del sello de vino carbono neutral en el período 2022-2023, convirtiéndose en la primera vinícola a nivel nacional en obtener este nombramiento. 

Con motivo de esta celebración, recientemente asistimos a una cena en donde probamos algunas etiquetas de San Juanito en maridaje con alimentos de Bistró Chapultepec, un restaurante mágico situado a las orillas del Lago de Chapultepec. Para lograr una experiencia inolvidable también se unió a este evento Luna Bruxa, para ofrecer un ritual de encantamiento de vino que sin duda alguna, se trató de una experiencia como ninguna otra. 

Sobre los encantamientos 

Mónica Guizar y Karina Sánchez socias y fundadoras de Luna Bruxa, a través de diversos encantamientos se encargaron de dirección de un ritual de magia para despertar el poder del espíritu del vino.

En principio nos explicaron que los seres elementales de la naturaleza no son sino espíritus encargados de regir y proteger los elementos naturales (fuego, agua, tierra y aire). Estos seres incluyen a gnomos, duendes, sílfides, salamandras y ondinas. Se cree que estos entes tienen personalidad propia y habilidades únicas, pues además de ser vistos como protectores de la naturaleza, son considerados como fuentes de sabiduría y conocimiento, por lo que cabe la posibilidad que puedan enseñarnos sobre la naturaleza y la vida. También se considera que estos seres elementales permanecen en conexión estrecha con la naturaleza, por lo que pueden ser convocados para ayudar en momentos de necesidad, obteniendo su ayuda y protección.

El motivo que les hace interconectar al fermentado con mundo mágico, según las anfitrionas, es que éste funciona como un posible vínculo con seres elementales: a través del corcho con la energía de los gnomos, al descorcharlo y dejarlo respirar con las sílfides y al verterlo en la copa con las ondinas, mientras que al beberlo se conecta con las salamandras.

Así que entre ejercicios de mindfulness, declamación de encantos y apreciación organoléptica del producto en armonía con los alimentos, pudimos experimentar una forma distinta de disfrutar de una velada inolvidable. 

Luna Bruxa es una pequeña empresa dedicada a la creación, venta y distribución de velas, lociones y aceites esenciales bajo estándares de la más alta calidad. La elaboración de sus productos es de manera artesanal recuperando antiguas recetas y mezclas que han permitido obtener productos que generan bienestar personal. Maceraciones e infusiones de plantas, flores y raíces, algunas de ellas cultivadas por las mismas creadoras, son algunas de las técnicas que usan, ya que su objetivo es ayudar a recuperar la armonía de las personas de la manera más natural.

La cena

Así, que en sintonía con estos meses en que se despierta la energía de los espíritus y en medio del bosque citadino, fuimos dirigidos por Luna Bruxa y recitamos un encanto para cada vino, mientras que Arturo Hernández sommelier de la casa vitivinícola San Juanito fue guiando la cata y el chef Francisco Javier, quien está a la cabeza de la cocina de Bistró Chapultepec fue presentando cada uno de los platos seleccionados para el maridaje. 

“ESPIRITU DEL VINO TE VENGO A DESPERTAR, PARA QUE CON TUS PODERES, LA MAGIA PUEDA ACTIVAR”

Para comenzar San Juanito Rosé 2022 se sirvió con una crema de elote dulce tatemado con tocino y epazote fritos. Las notas cítricas, el cuerpo medio y la acidez rica de este rosado se encontraron perfectamente con la crema tersa de maíz; una combinación idónea para el otoño, que nos recuerda a la calidez de los alimentos de la temporada y se siente como un abrazo al corazón. 

“GNOMOS Y ONDINAS, LAS VENGO A INVOCAR, QUE CON TODA SU GRACIA ME VENGAN A HABITAT, CON SUMO DELEITE PARA MI BIEN ESTAR”

Para el segundo tiempo se presentó un chuletón de cerdo sobre cama de risotto con queso azul,  guarnecido con un mix de berros y espinacas. El maridaje San Juanito Gran Reserva Malbec 2019, un tinto con 24 meses de barrica americana y francesa con notas a grosella y cereza negras, zarzamora, pimienta, regaliz y chocolate; redondo, persistente, tánico con potencial de guarda. Para este vino que ofrecía tanto, el plato del chuletón fue adecuado pues al ser sustancial, con notas delicadas del queso azul ofreció un match único de sabor, que era agradable y jugaba con el contraste. 

“SÍLFIDES Y SALAMANDRAS, ENERGÍAS TRANSFORMADORAS, PERMÍTANME CONECTAR ESTA NOCHE CON MI FUERZA SEDUCTORA”

Finalmente para el postre tuvimos la fortuna de probar, Abolengo de Don Juan Syrah 2016, otro tinto con 24 meses de barrica francesa, que recientemente recibió medalla de doble oro en un certamen en Nueva York.  Así, el pastel de chocolate semiamargo muy al estilo clásico, con un ganache de chocolate al 56% de cacao servido con crumble de vainilla y frutos rojos fue el match perfecto para un tinto de tonalidad granate rubí achocolatado con notas a fresa y grosella roja maduras, aterciopelado, elegante, redondo en un grado de madurez óptima con notas engusto compotadas e incluso algo masticable. Un vino que hacia sentido con el postre goloso que teníamos ante nosotros.

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Para conocer más sobre Luna Bruxa y los productos que ofrecen: 

Web: http://lunabruxa.com/

Redes Sociales: IG luna.bruxa | FB @lunabruxa

Para conocer más información sobre San Juanito Vitivinícola:

Web: https://www.sanjuanito.com.mx/

Redes Sociales: IG @vinosanjuanito | FB @vinosanjuanito

Para más información sobre Bistró Chapultepec:

Web: http://www.bistrochapultepec.com

Redes Sociales: IG: bistrochapultepec | FB: Bistró Chapultepec

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