El mole rosa de Taxco es una variante única y deliciosa de la región. Se trata de una salsa espesa de color rosa mexicano, tradicional de Guerrero. A diferencia de los moles más comunes, como el mole poblano o el mole negro, el mole rosa es conocido por su color distintivo y su sabor suave y ligeramente picante.
El color rosa del mole rosa se logra a través de una combinación de ingredientes como chiles guajillos, jitomates, almendras, chocolate blanco y, en ocasiones, pistaches. Estos ingredientes se fusionan para lograr el color bugambilia.
Origen taxqueño
En la década de los ochenta en Taxco, Alicia Gironella y Giorgio De’Angeli, realizaron una investigación gastronómica para crear una guía culinaria. En ese tiempo se llevó a cabo un concurso gastronómico, en donde, Alicia concurso preparando el mole rosa, el cual fue ganador.
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El mole rosa proviene del mole blanco, el cual es una influencia francesa creada por Alicia Gironella para la boda de su hija Alicia Gaspar de Alba Gironella. En aquella ocasión agregó mezcal y pulque, porque son productos que se producen en el estado de Guerrero y nunca se habían probado en mole.
El gobernador Alejandro Cervantes Delgado, le dijo a doña Elvira Castro, quien cocinó por años en el Hotel Victoria, que creará un platillo que diferenciara a Taxco, fue allí donde se decidió por el mole rosa, el cual está inspirado en la arquitectura y el color de la cantera de la parroquia de Santa Prisca. Su primera presentación ante los comensales fue en la Ex Hacienda del Chorrillo.
En cada restaurante de la región, varían los ingredientes en su preparación, cada uno le da su propia esencia. Este mole es de sabor dulce y no contienen picante, se integra en pollo, pavo o res y se acompaña con arroz blanco. Cada cocinero le da su propio toque y actualmente existen variaciones del mole rosa, lo que hace que este platillo sea especial y único para cada lugar.
Esta salsa de antecedentes prehispánicos se prepara con insumos tradicionales como: bugambilia, nueces pecanas, almendras, ajonjolí, canela, clavo, comino, betabel, rosas, piñón rosa, cebolla morada y betabel que ayudan a pigmentarse; logrando representar una degustación de sabores distintos al mole tradicional.
El mole es uno de los platillos más representativos de México, cuya invención resulta de la fusión de la gastronomía española e indígena. Antes de que llegaran los españoles a distintos lugares de la República Mexicana, los indígenas mezclaban ingredientes como, cacao, vainilla, jitomate, distintos chiles y especias. Estos eran molidos en piedra o metate, al obtener la pasta se le agrega caldo y era conocido como molli, que en náhuatl significa, salsa.
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