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Oriundo, orgullo yucateco

Julieta Cruz
Julieta Cruz
Gastrónoma y doctorante en Comunicación con especialización en vinos por la EMS. Investigadora en periodismo enológico y gastronómico en Ciudad de México, basada en teoría bourdiana, con fundamentos en Sociología y estudios de periodismo. Disfruta entrevistar y difundir la valiosa labor de quienes hacen posible nuestra gastronomía, única y viva en cada ingrediente, sabor y experiencia a la mesa.

Pensar en visitar Yucatán como destino turístico, de inmediato nos remite a destinos como Mérida, Puerto Progreso, Las Coloradas, Chichen Itzá o incluso, cruzar la frontera del estado e ir hacia la Riviera Maya en Quintana Roo. No obstante, la península ofrece un abanico de opciones que se diversifican desde una propuesta hospitalaria de todos los rangos, actividades de aventura o incluso culturales, porque no necesariamente hace falta la playa para disfrutar. Pero regresando a Yucatán, también debemos subrayar que recientemente se ha posicionado como uno de los estados más seguros del país, lo que lo vuelve una fácil elección en el contexto social actual. En esta ocasión fuimos a descubrir en Valladolid una experiencia hospitalaria que nos transformó el corazón en tan solo una noche: desde su concepto, la arquitectura, la belleza y comodidad de sus villas y sus instalaciones, hasta, por supuesto, los sabores. Oriundo Luxury Nature Villas, te conquistará con un peculiar espíritu maya.  

Así, encallado a dos horas en promedio entre las ciudades de Mérida y Cancún se encuentra Valladolid, pueblo mágico (que además está a solo 50 kms de Chichen Itzá) que se posiciona preferido entre los entre los turistas por su atractivo colonial, su excelente gastronomía y por su privilegiada localización y conectividad entre diversos destinos aledaños.

De las actividades culturales que se pueden disfrutar están la visita a diversos recintos, entre los que encuentran el monasterio de San Bernardino de Siena (referente de arquitectura franciscana en la península), su Parque Principal, la Iglesia de San Servacio, el Palacio Municipal, el Templo de San Juan de Dios, la Calzada de los Frailes, el Museo de San Roque, así como la visita a diversos cenotes. 

Perfecto anfitrión de la península

Oriundo se trata de la opción de alojamiento de lujo del Grupo Mesones, ya reconocido en este destino por otros proyectos como Hotel Mesón el Marqués, Hostería Mesón del Marqués, Don Diablo Roof Top y Hacienda Selva Maya. Se trata de una empresa mexicana de hospitalidad de alta gama, que como parte de su quincuagésimo quinto aniversario inauguró este concepto en enero de 2023, bajo una concepción de respeto con el medio ambiente, edificada en una arquitectura depurada y minimalista.

Este hotel boutique tiene por objetivo principal la reconexión con la madre tierra, con los elementos de la naturaleza en un entorno sumamente cuidado para que la experiencia del viajero sea lujosa y deleitable. Así, Oriundo, como su nombre lo indica, hace alusión a ser originario y estar orgullosos de pertenecer a un lugar geográfico, por lo que una de las cuestiones básicas que se refleja en el diseño de estas villas de lujo es incorporar elementos que en sí mismos cuenten la historia de los artesanos y oficios de la región. 

Desde el encanto de este clima y la cultura de la región, hasta los detalles de las cómodas habitaciones que han sido cuidadosamente diseñadas pero también ataviadas con elementos decorativos elaborados por manos de artesanos locales, son responsables de que la experiencia completa se convierta en una oportunidad privilegiada para involucrarse con la comunidad del destino. 

Así, al entrar a la villa la vista es capturada por unas hilazas que cuelgan de techos altos así como las lámparas que de ahí mismo penden. Colores crudos que conviven en perfecta armonía con maderas, paredes que revelan piedras al desnudo, vasijas de barro, tejidos y hasta pequeñas jícaras en formación a manera decorativa, nos reciben y nos ofrecen un cálido abrazo de bienvenida. Oriundo al momento cuenta con ocho villas y los planes de expansión contemplan un total de 25.

Cada espacio cuenta con amenidades artesanales, conexión wifi, baño con jacuzzi, sala de estar e incluso una terraza cobijada por el manto de la selva maya, en donde, se puede disfrutar de una siesta en una hamaca, una lectura en su sala de estar, tomar el servicio de café en la mañana o hasta pasar una tarde con unos tragos mientras se refresca en la piscina privada. También cuentan con una hermosa piscina que se encuentra rodeada por la naturaleza y en donde podrás pasar un largo rato mientras te sumerges en la armonía de los sonidos que sólo la selva ofrece.

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Si lo tuyo es adentrarte en diversas actividades y no solo descanso, Oriundo trabaja de la mano con Selva Maya, una ex hacienda ganadera que está a unos pasos del hotel boutique y que cuenta con tirolesa, paseo en bicicleta, senderismo por la selva y su huerto, y hasta la visita al cenote Saamal, el cual no te lo puedes perder. Se trata de un cenote abierto con una profundidad de aproximadamente 45 metros de agua turquesa cristalina así como fácil accesibilidad. Aún cuando se trata de un cenote abierto al público cuenta con algunas actividades propias para los visitantes de Oriundo como cenas junto al cenote, nado nocturno y próximamente algunas sesiones de yoga y meditación. 

Oriundo, sabores mayas con amor

Dejarte conquistar por la calidez y sabiduría del pueblo maya, también es disfrutar de sus sabores. Para la propuesta gastronómica, se puede disfrutar de un par de variantes.

Por una parte se encuentran los sabores tradicionales típicos de la región que ofrece la cocina del restaurante de Selva Maya, que integra la opción del servicios de buffet y a la carta, con platillos típicos como chayitas, papadzules, queso relleno estilo Valladolid, sikil pak, codzitos, tamalitos de pibil, lomitos de Valladolid o hasta la cochinita en tacos recién sacada del pib, y para beber, agua fresca de chaya o una cerveza de la región, con lo que se puede satisfacer al paladar con sabores típicos yucatecos y disfrutar de la tradición en su máximo esplendor. 

Por otra parte, dentro de Oriundo se encuentra su restaurante homónimo a cargo del chef Elio Xicum, quien pone a la mesa no solo una propuesta culinaria sápida con gran respeto a sus raíces e ingredientes, sino que es el resultado de la convergencia de una cocina de vanguardia, reflejos de la cosmovisión del maya, técnicas culinarias ancestrales e ideales de sustentabilidad, como el respeto al medio ambiente y el consumo de ingredientes de su propio huerto, así como una postura identitaria que se degusta. 

“Me sabe a Yucatán”

“Tin k’óoben ku xo’okol, tsikbalo’ob jump’éel kaaj láayli’ kutxa’an…” (En mi cocina se cuentan historias de un pueblo que sigue vivo), así es como inicia el menú degustación que el chef Elio Xicum Cobá ofrece a sus visitantes y que consta de cinco tiempos, y cuya frase, refleja una postura activa de su oficio, su identidad y su propia historia. Él mismo menciona: “En Oriundo buscamos hacer visibles muchos temas que están ahí, pero no volteamos a ver. Sembramos la semilla porque queremos aportar algo a nuestra gastronomía desde nuestra trinchera”. Así que en cada platillo se materializan las historias que surgen desde los productores de los ingredientes y cuyo impacto, busca sobrepase la mesa; que ese platillo sea solo un pretexto para seguir hablando del tema y reflexionar sobre las vivencias de un pueblo.

Para comenzar el menú, una tercia: polcán de carne ahumada, lima colada y pan de ramón con plátano macho y tuétano, una entrada que plasma sabores contrastantes pero que en unión, nos recuerdan dónde estamos a cada bocado. 

Continuamos con “Guayaberas” una ensalada tibia de chaya que incluye sofrito de chaya con recado rojo, jitomate, especias, queso de bola, aguacate y tostadas de pepita. Es un platillo que habla de la zona de Tekit, donde los artesanos se especializan en la elaboración de estas prendas y que además refleja de manera particular el oficio de la familia del chef. 

Luego vino “Azul May”, un tamalito azul de pavo, k’ol de naranja y ensaladilla con hierbas del monte, un plato que llama de inmediato la atención visual por un particular color azul, mismo que se obtiene de la pigmentación de las flores de clitoria y está inspirado en el alfarero yucateco Luis May, quien recreó la pigmentación del azul maya en 2019, una coloración con fama internacional por su potencia y durabilidad. La masa de maíz empleada en el tamal, en sí es una analogía al barro del trabajo del alfarero.

Luego llegó la estrella de la velada nombrada “Chinito Koy Koy”, en honor al famoso ritmo de la jarana yucateca, con un cerdo prensado con reducción de lenteja de milpa, mil hojas de papa y recado rojo; un plato muy sustancial, que denota técnicas muy finas y quizás hasta las influencias culinarias del chef, que nos hace recordar los propios dejos franceses, tan presentes en la cocina mexicana pero que, no por ello, dejan de ser parte de nuestra historia. 

Para finalizar arribó “La dama de la miel” una divertida construcción alusiva a la especie más famosa de abeja que habita la región maya y que es tan apreciada por las cualidades medicinales de su miel. En un delicioso mousse de flores de tajonal con lima y miel de Melipona con forma de panal, descansaba un sorbete de piña alusivo a la tan laboriosa dama.  

Los sabores de Oriundo reflejan el trabajo de la comunidad cercana, del saber hacer de sus productores y artesanos locales, con lo que se logra trasmitir a los turistas algo de la sabiduría de un pueblo repleto de tradiciones ancestrales. Próximamente incluirán en su carta de bebidas un  apartado especializado de tisanas e infusiones  inspiradas en la herbolaria y la medicina tradicional yucateca.

“Fuimos a las comunidades para aprender todo el proceso de la utilización de las hierbas que se encuentran en el monte y que usan dentro de la medicina tradicional. Tomamos un poquito de este conocimiento y lo aplicamos en tisanas e infusiones que serán parte del menú de bebidas de Oriundo”, finalizó Elio Xicum, no sin antes dejar en claro que es importante compartir con las nuevas generaciones las tradiciones y el respeto por la tierra.

Xicum, quien ha sido semifinalista de Latinoamérica en la San Pellegrino Young Chef 2019, nos recuerda con un menú como el que degustamos, que su objetivo es potenciar el valor de la gastronomía como una plataforma para el abordaje de temas de actualidad, manifestación de situaciones y empoderamiento de las voces del pueblo.

Para deleitarte con Valladolid

Por su privilegiada localización, Oriundo además ofrece la posibilidad de desplazarse a Valladolid en tan solo 15 minutos. Ahí te recomendamos visitar El Mesón del Marqués para disfrutar de una comida tradicional yucateca. En nuestro caso, fuimos a conocerlo para el desayuno y luego de antojarnos con un menú muy variado, nos decidimos por unos huevos motuleños ejecutados a la perfección.

También probamos las gorditas de chicharrón prensado y los huevos revueltos con longaniza de Valladolid. El Hotel Mesón del Marqués es uno de los hoteles más tradicionales de Valladolid y está ubicado justo en la plaza principal del pueblo mágico, en una antigua casona que data del siglo XVII, perfecto retrato de la elegancia colonial y la comodidad de la modernidad. No por nada, cuentan con el reconocimiento de Tesoros de México así como diversas certificaciones de calidad. 

Para más información sobre Oriundo y que te animes a visitar este destino de ensueño, puedes visitar su página web y seguirlos en sus redes sociales: 

 www.oriundohotel.com/

IG: @oriundo_hotel 

FB: @Oriundo-Luxury-Nature-Villas

Sigue con: Achiote: básicos de la cocina mexicana

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