Maíz
Maíz

Los seres humanos dependemos de las especies vegetales desde el origen de nuestra especie, las grandes culturas florecieron gracias al descubrimiento de la agricultura y la posibilidad de no tener que migrar en búsqueda de comida. Pero las especies vegetales no sólo nos han alimentado, sino también vestido, curado, dado techo a lo largo de nuestra historia. Algunas especies vegetales, fueron las preferidas por nosotros para ser domesticadas. De las 3,000 especies de plantas comestibles que hay, sólo se comercializan 150 en la actualidad y tan sólo 20, si, ¡20! son las que usamos en nuestro día a día.
¿Por qué preferimos estas especies por sobre las otras 2,280? Esa respuesta puede ser abordada desde muchas perspectivas, pero Michael Pollan en su libro “El dilema del omnívoro” plantea que hay unas especies que nos domesticaron a nosotros y no al revés. Como el zea mays, mejor conocido como el maíz.

Las especies domesticadas, como el maíz, no pueden reproducirse por sí mismas como lo haría cualquier planta silvestre, ya que necesitan de la ayuda del ser humano para que su semilla sea dispersada en otro lugar. Las especies domesticadas y cultivadas también son muy diferentes que sus especies originales, por ejemplo el teozintle, el abuelo del maíz, es mucho más pequeño, delgado, de un color más oscuro y cae al el suelo, no como las mazorcas que no les interesa acomodarse hacia abajo para dejar caer sus semillas, sino más bien se sostienen hacia arriba, listas para ser cosechadas por el hombre.

Michael Pollan plantea al maíz como la especie más exitosa, ya que ha logrado desplazar otras especies para que el maíz sea sembrado, incluyéndonos a los humanos. Por ejemplo, en la región de Iowa, antes de la explosión del maíz como commodity, había una población de 16,467 personas mientras que hace unos años decayó a 10,366, sin mencionar la diversidad de especies que eran sembradas allí y que fueron desplazadas por el monocultivo del maíz. La revolución industrial suplantó a los humanos por tractores de sembrado y el maíz a las granjas con pollos, vacas, cerdos, trigo, jitomates y otras especies.

Maíz rojoEl maíz mexicano tiene una capacidad de adaptación superior a la mayoría de las especies, y la sobre producción de maíz comenzó a abaratarlo. Los científicos desarrollaron toda clase de subproductos: maltosa, jarabe de maíz (azúcar), almidón, gomas, harinas. De los 45,000 productos que se pueden encontrar en un supermercado norteamericano, más del 25% contienen algún subproducto del maíz. Todos nuestros refrescos, aderezos, cereales, salsas, inclusive la resina con la que abrillantan los pepinos. Por supuesto que están incluidos en los pollos, cerdos, reses e inclusive pescados que se alimentan de una mezcla de maíz con antibióticos. La industria alimentaria logró modificar la fisiología de las vacas y salmones, que de manera natural no pueden comer maíz por que se enferman, de hecho los salmones son carnívoros pero es mucho más barato alimentarlos con maíz que con otros peces. El éxito del maíz fue más allá que la industria alimentaria y ahora es usado como bionergético.

Entonces la pregunta de Pollan es válida, ¿quién domesticó a quién?

Conoce más en: Huertos Urbánica.

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