Día de la candelaria, tamales
Día de la candelaria, tamales

Llegó el día de pago para quienes “sacamos al niño” en la rosca de reyes, así es, llegó el Día de la Candelaria. Ésta, es una de las tradiciones más arraigadas en nuestro país, y no es para menos. Antiguamente, durante estas fechas, las comunidades prehispánicas realizaban rituales referentes a la agricultura y llevaban como ofrenda a sus dioses, nada más y nada menos que tamales. Al llegar los españoles (quienes festejaban la presentación del Niño Jesús en el templo de Jerusalem de acuerdo a la religión católica) las dos celebraciones se unieron, para dar paso a lo que conocemos como el Día de la Candelaria.

Dada la diversidad de tamales que existen en México, podríamos comer este antojito por un año sin repetir ninguno, ya que algunos investigadores afirman que existen más de 500 variedades. Dulces, salados, envueltos en hoja de maíz, de plátano, con harina de trigo, maíz o arroz, rellenos de carne, pollo, cerdo o guajolote, los tamales forman parte del folclor mexicano. Hoy no podía dejar de compartir con ustedes tres espacios que me enamoraron por la calidad de los tamales que elaboran. ¿Están listos?

tamales

Catamundi:

Este es un lugar que siempre tiene alguna novedad, por lo que para los amantes de la gastronomía, es ideal. Esta vez, el chef Pablo Carrera convirtió los platillos insignia de esta tienda-restaurante en tamales, el resultado fue mágico. Elegir entre short rib braseado, pollito en adobo de machaca, nutella o frasco de fresas no es tarea fácil. Los primeros iban acompañados de exquisitas salsas a base de fondo de res y caldo de pollo, respectivamente. Mientras que la salsa de chocolate bañó al tamal de nutella y la salsa de zarzamora, al de frasco de fresas. Sin duda alguna, fue una opción con divertida, con ingenio y exquisita. Alejandro Dumas 97B, Polanco.

La Mansión Dorada:

Un espacio pequeño y escondido dentro de la Unidad Modelo al sur de la ciudad, esconde uno de los merenderos que aún existen en la capital. El pozole es la carta fuerte de este establecimiento, sin embargo, los tamales no se quedan atrás. Con pocas variedades, este lugar ha conquistado desde 1976 a diferentes generaciones. Mole, verdura con quesillo, verdes, adobo y piña son las variedades que podrás encontrar recién salidos del bote, además la sonrisa siempre amable de las cocineras te contagiaran mientras te sirven el atole del día. Este pequeño paraíso únicamente está abierto viernes y sábado de 3:00 pm a 12:00 a.m., pero debes ser precavido ya que los platillos, tamales y atole se terminan antes de la hora del cierre. Sur 85A no. 230, Emperador Cacama.

Doña Emi:

Con más de 50 años de vida, este local ubicado en la colonia Roma, se ha convertido en el favorito de muchos. Una vez que los pruebas, entiendes la razón. Un sin fin de sabores se presentan en este local. De rajas, champiñones, verdes, rojos, de queso con zarzamora y mucho más; además puedes elegir el tamaño para los tamales salados, y únicamente chicos en la parte dulce, pero no hay que dejarse engañar, los tamales chicos son un poco más grandes que el promedio. Por supuesto, también cuentan con el mejor acompañante de este antojito, el atole. Jalapa 277, Roma.

*Fotografía cortesía de Catamundi (tamal de short rib)

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