Cuando el italiano Paolo Paoloni llegó a nuestro país solo tenía clara una cosa, que venía para quedarse. Poco después, cuando comenzó a hacer vino, sabía menos que antes de llegar al Valle de Guadalupe, porque esas varietales típicas italianas que estaba por cosechar tenían características muy diferentes a las que nacen de los suelos toscanos, italianos. El enólogo, después de muchos años de trabajar en el mundo del vino, se encontró con una nueva propuesta. Una nueva percepción, aromas, un gusto distinto que se definen hoy en cada copa de vino de Villa Montefiori.

Actualmente, con una producción limitada o, mejor dicho, exclusiva, su bodega cuenta con tres líneas: Montefiori, Villa Montefiori y la línea Premium. Cada etiqueta tiene un riguroso cuidado y la mano de Paolo, verdadero apasionado también de la buena comida.

Recientemente se llevó a cabo la primera cata vertical de Brunello, un vino que concentra lo mejor de su cosecha de Sangiovese Grosso, una de las variedades más prolíficas en Italia, en especial en la Toscana y que en el vino de Paoloni expresa un gran gusto y muchas peculiaridades sustraídas del suelo baja californiano.

Tres caldos, tres años. 2011, 2012 y el más joven 2013. Vinos con cualidades muy distintas, que demuestran la evolución de un vino que no tiene referentes. La acidez, nada chocante, equilibrada y vivaz del 2013 se va acomodando mejor en el 2012 que con un gran tono y notas frutales intensas, deja a la madera justo en su lugar. Ya en el 2011 la evolución es inconfundible en cada sorbo. Un vino poderoso, un lujo del Valle. Pero, definitivamente, de Montefiori más que hablar hay que beber. Y hacerlo guiado de Paolo puede ser una experiencia inolvidable.

Publicidad

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.