El lago Chūzenji, también llamado el Mar de la Felicidad, es uno de los destinos más míticos y fascinantes de Japón. Un espacio de belleza natural surreal donde la neblina se desliza por las laderas de un volcán dormido y majestuosas cascadas se esconden en los recovecos de las montañas, este es el corazón de Nikko en Japón.
Aislado, privado y exclusivo, al ras del lago y con vistas al monte Nantai, se alza The Ritz-Carlton, Nikko, donde en el aire se respira tranquilidad. Una paz absoluta reina el panorama que se asoma por los altos ventanales del lobby y la hermosa biblioteca del hotel, donde el diseño combina a la perfección elementos tradicionales japoneses con toques modernos y elegantes que juegan con diferentes todos de madera, luz cálida, chimeneas y piedras volcánicas.
Como en una casa tradicional japonesa, cada habitación cuenta con un ‘genkan’ o vestíbulo, donde se quitan los zapatos antes de entrar a la sala de estar. El diseño de la habitación se basa en el estilo local Kanuma-kumiko, un arte tradicional japonés que involucra madera de ciprés tallada y colocada en intrincados diseños geométricos usando presión en lugar de pegamento o clavos. Es un aspecto delicado que se suma al lujo minimalista del hotel.
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The Ritz-Carlton, Nikko nos lleva de la mano a descubrir la verdadera esencia del mágico destino donde se encuentra a través de experiencias auténticas y originales, como la exclusiva Ceremonia de Fuego el templo Chuzenji. Este hermoso templo budista se alza al borde del lago y al adentramos en él nos volvemos participes de la historia y cultura local. Durante la ceremonia, parte de una tradición centenaria, nuestros deseos son consagrados al fuego por el monje residente y después tuvimos la oportunidad de descubrir partes del templo que están cerrados al público.
El hotel ofrece una gran selección de excursiones que van desde andar en bicicleta por humedales protegidos, pasear por los santuarios centenarios, hasta meditar bajo las cascadas. Yo me aventuré a explorar a bordo de la lujosa e-bike del hotel la impresionante Kegon Falls, las históricas embajadas británicas e italianas al ras del lago y las tiernas calles del pequeño pueblo montañero. Los invitados incluso tienen la oportunidad de dominar la habilidad japonesa de envolver furoshiki (tela japonesa) y de vivir la clásica experiencia del ‘onsen’.
Los ‘onsen’ son aguas termales y las instalaciones de baño y las posadas tradicionales que las rodean. El único ‘onsen’ del mundo de la marca The Ritz-Carlton, este extrae agua termal natural directamente de Nikko Yumoto Onsen, un reconocido destino mágico de aguas termales desde su descubrimiento hace más de 1200 años, sumergiéndonos a los huéspedes en el cálido abrazo de la relajación para calmar el cuerpo y el alma. Existen aproximadamente 25,000 fuentes de aguas termales en todo Japón y aproximadamente 3000 establecimientos ‘onsen’ utilizan agua caliente natural de estos manantiales calentados geotérmicamente.
Uno de los espacios más codiciados de The Ritz-Carlton, Nikko es The Japanese Restaurant, donde disfruté de un tradicional desayuno en ‘bento box’ elaborado con productos de granjas locales, y de una espectacular cena kaiseki.
Los orígenes de la cocina Kaiseki datan de hace varios siglos, cuando solía consistir en comidas sencillas que acompañaban a la ceremonia del té. Después evolucionó a un estilo elaborado de comida dentro de los círculos aristocráticos; hoy en día es sinónimo de la alta gastronomía en Japón. Kaiseki es la verdadera cocina japonesa, en su máxima expresión.
El menú kaiseki estilo ‘omakase’ de The Japanese Restaurant le rinde homenaje a la belleza y precisión de la artesanía local, utilizando los abundantes ingredientes naturales de la región, con platillos auténticos como la piel de leche de soya Nikko Yuba con abulón, espinaca Malabar y erizo de mar, la anguila Nakagawa con calabacín y rábano rallado, y el solomillo de ternera Tochigi de la granja Nasu Mizuho, elaborado con hierbas de temporada. La cena es maridada la con una excelente selección de sake, vino japonés y burbujas francesas.
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Para terminar la noche con broche de oro, The Ritz-Carlton, Nikko nos ofrece un espacio de sofisticación infinita: The Bar. Con una extensa carta de whisky japonés y de licores de todo el mundo, es conocido por su excelente arte de coctelería, donde podemos degustar creativas creaciones como el cóctel llamado Altitude 1,300 con Barley, sake, naranja, vinagre y wasabi. Con su iluminación tenue y elementos de diseño profundamente seductores, The Bar toma inspiración de la belleza natural que nos rodea y la magia intangible del fascinante destino de Nikko.