Whisky, brandy, coñac, vodka, ron… son algunas de nuestras bebidas favoritas y tienen en común el ser destilados. Sus características ofrecen muchas posibilidades para beberlas y diferentes maneras de disfrutarlas, porque además cada una con su estilo propio, despiertan la curiosidad del bebedor y la predisposición a disfrutar de nuevas sensaciones. Por eso, es que la única regla para disfrutarlas es dejarse llevar por la ocasión, bebiéndolas solas para apreciarlas, o en cocteles, descubriendo una enorme gama de sabores.
Belvedere Vodka es el primer vodka super premium del mundo, con el que se prepara el icónico vodka Martini y una gran variedad de cocteles: shaken o stirred o incluso servido solo, es el vodka más reconocido del mundo. Es elaborado totalmente con centeno dankowskie dorado, la mejor variedad de centeno que sólo crece en Polonia, mezclado con agua de sus propios pozos artesanales. Desde su creación en 1993, se ha distinguido por su carácter natural y su elegancia, que recuerdan la poesía del aroma de las hierbas frescas y cítricos, y de su sabor suave con una dulzura sutil y acabado limpio.
El whisky es un destilado hecho a partir de cereales, agua y levadura, y el más famoso por su calidad y su historia es el escocés Glenmorangie. Se destila en los más altos alambiques de whisky de malta de Escocia, además de ser madurado en las barricas de roble más finas. Durante el proceso de producción, se emplea el agua cristalina de Tarlogie Springs, que es agua de lluvia filtrada en las rocas calizas durante un siglo, para emanar cerca de la destilería y darle un toque único de pureza al whisky. El éxito inició con la brillante idea de William Matheson de usar alambiques altos de ginebra, así los vapores más ligeros y más puros llegan a la tapa, contribuyendo a la complejidad distintiva y suave de Glenmorangie. Uno de sus nuevos imperdibles es Glenmorangie Lasanta, un whisky elegante y con cuerpo, que pasa diez años de maduración en barricas exborbón de roble blanco americano, antes de ser madurado por dos años más en barricas de Oloroso y PX Sherry de Jerez en España.
El brandy refleja la experiencia acumulada y que con el paso del tiempo se ha vuelto una tradición, y Carlos I se ha convertido en el estandarte de las dinastías vinícolas más respetadas y conocidas. Tiene el reconocimiento de pertenecer al exclusivo grupo de brandies premium de nivel internacional. Es un clásico que preserva las técnicas artesanales en su producción, cuidadosas y tranquilas de mano de los maestros destiladores, a la vez que incorpora en su espíritu la vida cosmopolita y moderna del hombre actual. Sus cualidades surgen de la mezcla de vinos añejos al descender desde las Criaderas hasta la Solera. A la vista presenta un color ámbar profundo salpicado por atrevidos toques dorados, intensamente aromático con notas a vainilla y cacao, logrando una boca persistente, equilibrada y compleja, demostrando por qué es una bebida de reyes.
Qué mejor manera de atrapar un momento sublime en una copa y en los labios, que en compañía de un ron que posee toda la esencia del caribe atrapada en sus destellos dorados, como el famoso Ron Havana. Se obtiene a partir de la destilación de las melazas y jugos fermentados de la caña de azúcar, para después añejarse en barricas de cobre por diferentes periodos de tiempo. El Ron Havana Selecicón es de un color ámbar con un brillo rojo profundo y un ligero aroma a nuez tostada y caramelo, que deja en el paladar un sabor a cacao, café, tabaco dulce y especias agridulces.
A diferencia de otras bebidas, los destilados suelen beber se en menor cantidad, pero se disfrutan mucho más sus efectos sensoriales. Podemos decir que a los destilados les llamamos así por su proceso de creación, pero también y justamente, porque tiende los puentes para destilar una buena conversación y agradables momentos, ya sea en pareja o con un grupo de amigos.
Fotografías cortesía Deby Beard
Conoce más en El Blog de Deby Beard
Redes Sociales:
Twitter: @debybeard / Facebook: Deby Beard