“No se debe nunca escuchar a las flores. Sólo se las debe contemplar y oler. La mía perfumaba mi planeta, pero yo no era capaz de alegrarme de ello.” -El Principito

La historia sigue y las civilizaciones cambian, pero la rosa prevalece, con un sin fin de representaciones y significados, es una de las flores más respetadas en todo el mundo. La cocina no es la excepción, ya que desde tiempos romanos era utilizada en platillos y vinos, para resaltar sabores y perfumar con su aroma.

Pero sus usos no se limitaban ahí, ya que con el tiempo se comprendieron más de sus propiedades, como su alto contenido en vitaminas y antioxidantes. Haciendo que también fuera un elemento de remedios dermatológicos y medicinales.

En Oriente, se usa el agua de rosas como un componente fundamental para bebidas derivadas del yogurt. Por otra parte en Occidente, los pétalos son portadores de frescura en ensaladas y salsas de mariscos, mientras que resaltan sabores en tartas, galletas y otros postres.

PUEDE QUE TAMBIÉN TE INTERESE: VINO Y LITERATURA.

Un poco de historia

Estos son sólo algunos ejemplos de la parte gourmet de dicha flor, pero no es más que un pretexto para aventurarnos en la historia alimentaria de uno de los periodos más intrincados de Inglaterra, el reinado Tudor. Como ya es clásico, no puede faltar una anécdota, en este caso y como el título de esta nota lo anuncia, hablaremos de la “Guerra de las rosas”.

Este periodo enmarca la lucha entre dos casas nobles, por el trono de Inglaterra, los Lancaster, cuyo emblema era una rosa roja, y los York, representados por la rosa blanca. Dichas familias combatieron durante casi toda la segunda mitad del siglo XV por ser la nueva dinastía regente.

Tras tres décadas de conflictos, asesinatos y accidentes, llegaría al poder Enrique Tudor, quien luchaba en el bando de los Lancaster, y que desposaría a Isabel de York, finalizando la guerra y tomando el trono como Enrique VII. Este momento es conocido como la transición de la Edad Media al Renacimiento, para los ingleses.

Maids of Honour, la tarta Tudor

Con la muerte de Enrique VII, subiría al poder uno de los personajes más conocidos de la historia, el Tudor por excelencia, Enrique VIII. Regente que pasaría a la historia no sólo por sus seis esposas, sino por su impresionante apetito, mismo con el que cerramos esta nota y abrimos camino para nuestra próxima entrega.

Una tarde en la que Enrique VIII paseaba por los jardines del palacio de Hampton Court, se encontró con las damas de compañía de Catalina de Aragón (su primera esposa), quienes le ofrecieron una pequeña tarta que deleitó al magnate. El secreto de este postre se encuentra en el delicado perfume con agua de rosas, que se llegaba a utilizar.

Aquí empieza una aventura muy inglesa, la próxima vez hablaremos de los desenfrenos alimenticios de Enrique VIII, algunas recetas, en las que se encontrará la tarta de la historia, y algunos otros datos curiosos del periodo Tudor.

TAMBIÉN TE RECOMENDAMOS: ATÚN MEXICANO: UN VIAJE REDONDO JAPÓN-MÉXICO.

Publicidad

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.