Por: Julio Chávez

Captura de pantalla 2014-10-19 a la(s) 22.17.18La naturaleza fue pródiga en este estado, que lo mismo conserva altas montañas en cuyos oyameles se puede apreciar cada año el espectáculo de las mariposas monarca en su viaje a estas tierras, que costas, espectaculares zonas lacustres y un gran número de conos volcánicos. Cuenta también con áreas naturales protegidas como los parques nacionales de Barranca de Cupatitzio, Bosencheve, Cerro de Garnica, Insurgente José María Morelos, Lago de Camécuaro, Pico de Tancítaro, por mencionar sólo algunos.

En estos escenarios se desarrolló desde hace más de mil años la cultura purépecha, pueblo que mantuvo una política de aislamiento por lo que su lengua no tiene relación con ninguna otra. Los purépechas fueron el único reino que no pudieron conquistar los aztecas. Fueron excelentes tejedores y se hicieron famosos por sus trabajos con plumas de colibrí, piedras preciosas y metales como cobre y oro.

Tras la llegada de los españoles, el monarca Tangaxuan II concertó la paz con Cortés, quien le concedió un cierto grado de autonomía a cambio de tributo. Sin embargo, en 1530 Nuño de Guzmán invadió la zona y tres años más tarde la corona española envió al arzobispo Vasco de Quiroga para tranquilizar la región, de esa manera logró ganarse el cariño de los purépechas, por lo que lo llamaron “Tata Vasco”. Este religioso congregó a los purépechas en sus respectivos pueblos, enseñándoles una actividad especializada, misma que se mantiene en la actualidad, por ejemplo en Paracho se hacen guitarras, en Tzintzúntzan trabajan la alfarería, Santa Clara se destaca por sus piezas de cobre, y en Nurío se elaboran tejidos en lana.

Durante el periodo colonial, se consolidó la evangelización y el mestizaje; las culturas prehispánicas sufrieron fuertes modificaciones pero no han perdido su esencia, que se manifiesta en su tradición artesanal y en su variada y deliciosa gastronomía, la cual sirvió como modelo para que la cocina tradicional mexicana fuera inscrita en noviembre en la lista representativa del patrimonio cultural inmaterial de la Unesco, al igual que la pirekua, canto tradicional purépecha.

De esa época se conservan un gran número de edificaciones civiles y religiosas de espectacular arquitectura.

Michoacán fue el punto final de la segunda ruta gastronómica Aromas y Sabores, dirigida atinadamente por la chef Patricia Quintana, donde los visitantes pudimos conocer más de su cultura, historia, tradiciones, presente y sobre todo, de su polifacética cocina, que sólo por mencionar unos cuantos ejemplos, destacan: uchepos con crema, corundas con carne de puerco, queso Cotija, aporreadillo (carne seca con huevo en salsa roja), morisqueta, churipo, enchiladas placeras, pescado blanco, charales, borrego a la penca, gallareta en mole, tostadas de carne apache de la población de Santa Clara del Cobre, pozole en salsa roja y, por supuesto, las tradicionales carnitas.

Morelia

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Esta ciudad fue fundada en mayo de 1541, es la capital del esta- do y por su imponente arquitectura, su centro histórico es desde 1991 patrimonio cultural de la humanidad. En sus orígenes, Morelia fue diseñada por el Virrey Antonio de Mendoza como ciudad española. Cuenta con múltiples museos, como el Regional de Historia, el de Arte Colonial, el de Arte Moderno o la Pinacoteca en el antiguo convento de San Agustín. La capital michoacana también se distingue por ser sede de los festivales internacionales de música, de órgano, guitarra y cine. De los más de 1,300 edificios catalogados por la Unesco, destacan:

La Catedral: es el edificio barroco más alto en su estilo del continente. Su construcción inició en 1660 y concluyó en 1744. En su interior conserva el Manifestador de plata de estilo barroco del siglo XVIII; la pila bautismal de plata; el órgano monumental, entre otras piezas invaluables.

Palacio Clavijero: esta construcción de estilo barroco fue originalmente el Colegio Jesuita de San Francisco Javier, fundado a mediados del siglo XVII, posteriormente fue la correccional para sacerdotes y en 1824 se instaló el Congreso de Michoacán. Es uno de los monumentos arquitectónicos más importantes de la ciudad.

Colegio de San Nicolás de Hidalgo: Por las aulas de esta universidad han pasado grandes personajes como: Miguel Hidalgo, quien fue estudiante, profesor, tesorero y rector; José María Morelos y Pavón, Melchor Ocampo, el escritor y filósofo Alfonso Reyes, el poeta Xavier Villaurrutia, el filósofo Samuel Ramos, el pintor Diego Rivera, el poeta y teólogo nicaragüense Ernesto Cardenal, el poeta chileno Pablo Neruda.

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Casa del capitán García obeso: Además de ser célebre por su fachada de estilo neoclásico, en esta casa se llevaron a cabo las primeras reuniones de conspirado- res en 1809, que mantenían contacto con Ignacio Allende, en San Miguel el Grande.

Acueducto: El obispo Fray Antonio de San Miguel ordenó en 1785 su construcción, con el objeto de proveer de agua potable a la ciudad. Cuenta con un total de 253 arcos.

Además de visitar sus monumentos históricos, caminar por las calles de Morelia nos conduce irremediablemente a un destino culinario como puede ser el mercado Vasco de Quiroga, lleno de color, aromas, diversidad de frutas y hortalizas, donde también podemos disfrutar de los tradicionales uchepos de dulce y de sal, corundas, tamales de elote, tamales de ceniza, quesos de Cotija, entre un vasto ramillete de sabores.

Para los amantes de la repostería, nada mejor que visitar el Museo del Dulce, en don- de los empleados, ataviados al estilo de la moda porfiriana, mostrarán las más de 300 variedades de dulces tradicionales que ahí se expenden, como ates, laminillas, jaleas, morelianas, cajeta, cocadas, rollo de guayaba, jamoncillos de leche, fruta cubierta, dulces de tamarindo, checolines, rielitos, chocolate de metate, chongos, arrayán, huevos reales, entre otros.

Y ya entrada la noche, es prácticamente imposible resistirse entrar a alguna de las muchas cenadurías como El Jacalito, Rosita o Lupita, en las que los antojitos regionales sobresalen por su sazón.

Uruapan

Ésta es la segunda ciudad más poblada de Michoacán y es también conocida como la capital mundial del aguacate, ya que la región es la9 principal productora de este fruto en el mundo. Fue fundada en 1533 por Fray Juan de San Miguel, y ahí se localiza uno de los primeros hospitales de América, conocido como Huatápera, es una de las pocas construcciones en Michoacán que tiene un estilo arquitectónico de inspiración árabe, ahí los indígenas eran curados de sus enfermedades, se les educaba e instruía en la religión.

Uruapan destaca también por sus artesanías como las lacas, jícaras, bateas y máscaras, elaboradas con la técnica conocida como maqué.

Paracho

Esta localidad está ubicada en el centro de la Meseta Purépecha y es conocida también como la capital mundial de la guitarra, debido al talento de sus artesanos para elaborar estos instrumentos, además de mandolinas, cuadrados o bajos.

Pátzcuaro

Está situado a la orilla del lago del mismo nombre, que significa “Puerta del cielo” o “Lugar de la negrura”. Fue la primera capital del reino purépecha, luego ésta se trasladó a Tzintúntzan, permaneciendo como centro ceremonial y lugar de recreo de la nobleza.

Actualmente, Pátzcuaro forma parte del programa Pueblos Mágicos. Entre los lugares que vale la pena conocer se encuentra la biblioteca pública Gertrudis Bocanegra que posee un mural pintado por Juan O’Gorman en el que se describe la historia de Michoacán. La Casa de los Once Patios fue originalmente el convento de las monjas dominicas de Santa Catalina de Siena. El edificio fue restaurado en la década de los 60 del siglo pasado, y actualmente es Casa de las Artesanías. En este pueblo hay un dicho que afirma: “Quien venga a Pátzcuaro y no pruebe la nieve de pasta, es como si no hubiera venido”, y nada mejor que saborearla en los portales de la Plaza Vasco de Quiroga. De igual forma, un platillo que ha dado fama a Pátzcuaro es el pescado blanco, que suele prepararse rebozado, frito, natural, asa- do o relleno de pan de huevo.

El lago de Pátzcuaro cuenta con cuatro islas, la más conocida es Janitzio, donde se realiza la espectacular ceremonia del Día de Muertos.

Cuitzeo

Se encuentra a orillas del lago del mismo nombre (y que es segundo en extensión de México), sobresale el monumental convento 8agustino de San- ta María Magdalena, fundado en el siglo XVI y considerado uno de los más importantes ejemplos de la arquitectura religiosa de los primeros años de la Colonia; en su biblioteca se halla un importante acervo bibliográfico de los agustinos, y es sede del Museo de la Estampa. Cuitzeo también forma parte del Programa de Pueblos Mágicos.

 

 

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