1888 fue el año en que comenzó a funcionar comercialmente Bodegas de Santo Tomás, convirtiéndola en la bodega más antigua de Baja California.
Con este preámbulo, René Rentería, catador profesional y juez en 37 concursos internacionales, atrapó la atención de decenas de invitados que asistieron a la cata de vino mexicano de Bodegas de Santo Tomás en la embajada de México en Alemania, siendo la Señora embajadora Patricia Espinosa Cantellano, anfitriona del evento.
Los vinos catados fueron: Chardonnay 2013, Barbera 2011, Tempranillo-Cabernet 2011, Cabernet Sauvignon 2011 y Único 2009, ejemplares que muestran un poco de la diversidad del terruño bajacaliforniano.
Dentro de los asistentes, figuraron importantes personalidades como Juan Mayr, embajador de Colombia; Mariano Fernández, embajador de Chile; Jorge Jurado, embajador de Ecuador; Alberto Guany, embajador de Uruguay, así como periodistas especializados y directores de grandes hoteles como el Waldorf Astoria, el Regent Hotel, el Ritz Carlton y el Hotel Grand Hyatt de Berlín, tan solo por mencionar a algunos.
Los invitados se fueron gratamente sorprendidos por la tipicidad de los vinos, por sus precios y por lo fáciles que les resultaron para beberse, cualidades ideales para el creciente mercado de vino en Alemania.
Una de tantas gratas sorpresas derivadas de este gran evento, además de la aceptación del público por los vinos de Bodegas de Santo Tomás, fue la columna del crítico de vinos Stuart Pigott, quien escribió sobre la cata a principios de septiembre en el prestigiado periódico Frankfurter Allgemeine Zeitung, haciendo hincapié en que los vinos de Santo Tomás demuestran que el estilo del vino mexicano posee un estilo propio.
El crítico destacó que todos los vinos eran muy moderados en sus aromas a roble, muy frescos y con gran calidad. Señaló las notas de pera, manzana y vainilla y el acento cítrico y fresco del Chardonnay 2013, y en cuanto al Cabernet Sauvignon 2011, mencionó su moderado contenido alcohólico con una marcada nota de grosellas negras. Fue muy de su agrado el Tempranillo – Cabernet 2001 por sus aromas de baya, lavanda y chocolate oscuro que se integraban con mucho carácter y una armonía coherente.
