Chère Karla:
Ya el nuevo año vive sus primeros días y empieza a abrir el calendario y nosotros a pensar cómo poder pasar mejor los días que nos ofrece, y como en este rincón de nuestra revista siempre tratamos de pasarla bien -sin dejar de sentir y reconocer y de ser solidarios con los que sufren-. ¿Cómo hacer? Me preguntarás. Te respondo: Fácil, mon cher Karla: Para empezar este mes nos da sobrados motivos: Rosca de Reyes, la cocina italiana, el Día internacional del Mazapán, el Recalentado de la cena del fin de año, etc. etc.
Y como todo final tiene un principio, empezaré a contarte del rico recalentado de nuestra cena: Bacalao en chile verde: La receta que hicimos la última noche del año fue elaborada de esta manera: bacalao, cebolla, manteca, jitomate, ajo, chiles verdes, perejil, pimienta, almendras, clavos. Te comento que nos supo mejor y más sabroso el recalentado. Y las copas estaban rebosantes de vino rosado. Y claro, volvimos también a comentar sobre lo que el pasado año nos ofreció, lo bueno y lo malo, y charlamos sobre los planes para este futuro, que si aterrizan y se cumplen deberán traernos paz y alegría.
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Y a propósito, la última vez que estuvimos en Venecia -hace dos años- la ventana del hotel miraba al Gran Canal y en la mesa las Olive Fritte (aceitunas negras frescas, sal, aceite de oliva, pimienta negra) esperaban ser comidas. Y la Insalata di pepperoni e capperi, lucía con sus componentes: hojas de albahaca, hojas de menta, aceite de oliva, jitomate, sal, pimienta, ajo, vinagre de vino, alcaparras, pimiento morrón verde. Y en su plato nos decía la Minestra o passato di zucca allá mantovana: ¿qué esperan para que los deleite? ¡Adelante! Las hogazas del pan crujían de puro gusto. El Chianti era uno especial de la región Toscana. Y como se trataba de una fiesta para celebrar la vida y el gozo de estar con la familia, había que guardar el espacio debido para que todos los platillos fueran consumidos con gusto y placer: Taguiatelle con dadi di prosciuto: (harina de trigo, sal, huevos. Para la salsa: crema espesa, nuez moscada, Parmigiano, prosciutto magro, mantequilla, sal, pimienta. Y este guiso es al estilo veneciano: Sogliole in saor: lenguado, sal, agua, huevos. Para la salsa: laurel, mantequilla, agua, ajo, pasas, pignoli, perejil, vinagre de vino blanco, pimienta negra entera, aceite de oliva, cebolla, sal, pan molido. Y si no me preguntas, chère Karla, que cuál fue el postre, yo te lo digo: Gelato di crema con nocino (Para el nocino: nueces de Castilla, vodka, canela, en raja, clavo entero, vino tinto seco, azúcar. Para la natilla: huevos, azúcar, leche. Para el gelato: crema, leche, azúcar). Y como la glotonería se permite para estas fiestas y naturalmente para seguir pisando, deambulando la Venecia por donde pasaron los grandes creadores, como Tintoretto, pues va este otro postre: Biscotti di mandorle con cioccolato(harina de trigo, azúcar, huevos, almendras, sal, bicarbonato, chocolate, clara de huevo). Todo el banquete fue coronado con un espresso y un Grappa. ¡Oh, cara, cara Italia!
Y ¡Oh, México lindo y querido!: Sí, señoras, sí, señores, para no quedarnos atrás ante las delicias italianas, en México y en varios países de este mundo los mazapanes vuelan de las tiendas especiales que los ofrecen y uno de los que viajan por el globo son los mazapanes mexicanos De la Rosa. Sabemos que este dulce nos llegó de Toledo, España, y allá lo consumen con su componente de almendras y azúcar. Aquí en la tierra azteca es elaborado con cacahuate y azúcar.
Y qué más puedo decirles sobre la Rosca de Reyes, que en España -de donde proviene- tiene una importancia muy grande y es celebrada en todos los hogares. De aquellos rumbos nos ha llegado y aquí ha tenido sus sabrosas consecuencias. Las hay con relleno de nata y los tahoneros se dan el quien vive poniéndole a la masa un poco de azúcar, de almendras y dátiles, todo lo hacen para beneficio de nuestros paladares.
Y vale la pena recordar que el próximo día 2 de febrero se celebra el día de La Candelaria en donde, en todos los hogares, no deben de faltar a la mesa los tamales, que los hay de Oaxaca, de Veracruz, Chiapas, y muchos estados más que tienen sus particularidades a tono con la celebración. Desde luego que el atole champurrado o el chocolate deben de estar listos en sus tazas de barro y darse el gusto mayor al saborear su tamal de dulce o de chile o de manteca.
Ah, que no se olvide, debemos celebrar a lo grande que el 4 de febrero es del Día Nacional del Pulque. Cuando hace algunos ayeres, llegado yo a la gran capital, había varias pulquerías, y con mi gran amigo que fue, el Gran Cocodrilo, el “tornillo” que pedíamos en la barra pronto estaría pasando por nuestras gargantas. Yo le ponía cebolla, chile, jitomates bien picados. Se los recomiendo. Y entre trago y trago gritar luego a todo pulmón: ¡Viva México, hijos… míos muy queridos! ¡Ah, qué tiempo aquellos! Ahora a vivir, como arriba digo, bien y con gusto estos tiempos que corren.
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Vale la pena.
¡FELICIDADES!
Carlos Bracho