Blanket Bay Lodge: en el corazón de Nueva Zelanda

Alexis Beard
Alexis Beard
Alexis ha tenido la gran fortuna de viajar alrededor del mundo con su familia, lo cual la impulsó a escribir sobre sus experiencias. A través de los años ha recolectado historias y destinos, escribiendo y hablando sobre sus viajes en diversos medios. Cofundadora de Marcas de Lujo Asociadas, Alexis es una impulsora de la industria de lujo en México y hedonista profesional.

A orillas del lago Wakatipu, en el remoto corazón de la Isla Sur de Nueva Zelanda, se alza Blanket Bay, un lodge de lujo que parece suspendido entre la tierra y el cielo. Rodeado por los picos nevados de los Alpes del Sur y las aguas cristalinas del lago, este santuario escondido en Glenorchy—una joya de la colección Relais & Châteaux—es un encuentro íntimo con la naturaleza, la hospitalidad y el silencio.

Desde que llegamos, el mundo parece detenerse. El paisaje es tan sobrecogedor que uno tarda en convencerse de que está dentro de la realidad. Cielos infinitos, pastizales donde aún pastan ciervos salvajes, y un aire tan puro que parece filtrado por la nieve. La construcción principal de Blanket Bay—de piedra, madera y techos altos—evoca los grandes lodges alpinos, con una elegancia discreta que honra el entorno sin intentar domarlo.

En su interior, la calidez es inmediata: chimeneas encendidas, tapices artesanales, muebles de cuero y ventanales que enmarcan el espectáculo natural como si fueran lienzos. Las suites y chalets privados están diseñados con un lujo sobrio, donde cada detalle—desde las bañeras frente al lago hasta las mantas de lana merino—habla de confort y contemplación.

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La cocina de Blanket Bay sigue el pulso de las estaciones y de su entorno salvaje. Ingredientes locales como cordero de Southland, truchas del río, hierbas silvestres, se convierten en menús que celebran tanto la técnica como la procedencia. El chef, fiel al espíritu Relais & Châteaux, propone cada noche una experiencia distinta, con maridajes elegidos entre los grandes vinos de Central Otago y otras regiones vinícolas neozelandesas.

Las cenas se sirven en comedores íntimos, bajo techos de vigas y lámparas de hierro forjado, o al aire libre, si el clima lo permite, con las montañas como telón de fondo.

Glenorchy es la puerta de entrada a los senderos legendarios de Nueva Zelanda: Routeburn Track, Greenstone, Rees-Dart. Blanket Bay ofrece acceso privilegiado a experiencias de aventura en su forma más refinada: excursiones privadas con guía, paseos a caballo por valles escondidos, heli-skiing en cumbres vírgenes, pesca con mosca en ríos glaciales. Pero también hay espacio para la quietud: el spa, la piscina climatizada, la biblioteca silenciosa con vista al lago.

Blanket Bay Lodge forma parte de Relais & Châteaux, una asociación fundada en Francia en 1954 que reúne a más de 580 hoteles y restaurantes independientes en todo el mundo, unidos por una misma filosofía: celebrar el arte de vivir, preservar la cultura local y ofrecer experiencias profundamente arraigadas en el lugar donde se encuentran.

Blanket Bay es reconocido constantemente como uno de los mejores lodges del mundo por prestigiosas publicaciones y organizaciones como Condé Nast Traveler, National Geographic, The Discovery Channel, Virtuoso, Andrew Harper’s Hideaway Report, The Robb Report, entre muchas otras.

Glenorchy, con su atmósfera casi cinematográfica (fue escenario de El Señor de los Anillos), parece extraída de un sueño. Y en el corazón de ese sueño, Blanket Bay ofrece un hogar improbable, donde todo está pensado para que nada interfiera entre el viajero y lo mágico.

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