Chocolate pieces on wooden table

La cocina es la humilde morada de las perfectas imperfecciones humanas. Es la extensión de nuestro andar cotidiano; son esas efímeras sorpresas guardadas en los engranajes del tiempo…

Un recetario cuenta la historia de nuestra familia; cada nota de sazón guarda los secretos de la abuela de nuestra abuela. Hay que leerlas con el corazón para darle significado a nuestras costumbres y entender nuestros modos de ser. Sus ingredientes se mezclan bajo circunstancias que las cristaliza en explosivas, complejas y vertiginosas emociones.

Nuestras manos tienen el poder de imprimir en un plato el fuego y la pasión del amor; endulzar la hiel y el frío de un desamor, incluso capturar la magia, la inocencia, la picardía y la acidez de un niño; y que mejor ingrediente que el chocolate para estar presente en éstos momentos.

Ya sea en el mole, jugando en texturas con el foie gras,  siendo cómplice junto a la panceta; el chocolate sin duda alguna tiene el ímpetu y la estructura para encontrarlo en las mezclas más inusuales y deliciosas de los mejores restaurantes del mundo o la intimidad de nuestra cena en una taza acompañando un suave bizcocho.

Afortunadamente, hay directores cinematográficos que han sabido plasmar todas estas expresiones en la pantalla grande. Te propongo la siguiente lista de películas para que experimentes el carácter y la complejidad del este maravilloso producto, el chocolate:

  • Como agua para chocolate (1991), dirigida por Alfonso Arau; inspirada en el homónimo impreso de Laura Esquivel,  narra el cómico y dramático amor de Tita y Pedro Muzquiz a través de recetas. “Las lágrimas que corren en la cocina, no siempre las provoca el cortar de una cebolla”.
  • Willy Wonka and the chocolate Factory (1971), dirigida por Mel Stuart y Harper Goff. Tim Burton adaptó esta primera muestra para realizar una segunda versión. Un río de chocolate, árboles de panditas de goma y un peculiar personaje te invitará a reflexionar sobre tus actos y actitudes.
  • Chocolat (2000) dirigida por Lasse Hallström; está inspirada en la novela de Joanne Harris. Vianne Rocher y su pequeña llegan enriquecidas por la cultura del mundo a un pequeño pueblo muy conservador de Francia. El choque de ideas que se vuelcan en una analogía con el chocolate te provocará deliciosas emociones.
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